Sindicales

30/1/1996|481

Bussi, Menem y las patronales de la fruta

El traslado de los obreros tucumanos a Alto Valle, organizado por Bussi, fue una iniciativa del Ministerio de trabajo y, sobre todo, de las patronales de la fruta, quienes todos los años hacen operativos para bajar los salarios de los trabajadores.


Para las cámaras patronales de la fruta, informa el diario Río Negro, “la mano de obra local no alcanza para levantar la cosecha”. En realidad sobra, pero los capitalistas del Alto Valle traen a desocupados del resto del país por salarios de supermiseria. “Los productores y empacadores de la fruta prefieren desde hace décadas a los braceros del norte porque, a diferencia de los locales, aceptan condiciones de trabajo rayanas con la explotación” (Página/12, 19/1). La ‘preferencia’ de los patrones de la fruta por los zafreros del norte está confirmada por el hecho de que “la mayoría de los tucumanos llega con contratos, antiguedad y experiencia” (Río Negro, 19/1).


Los patrones traen a los zafreros no para cubrir la falta, sino para provocar un exceso de mano de obra que deprima artificialmente los salarios y las condiciones de trabajo: los obreros de la fruta ganan un salario de apenas 300 pesos por jornadas de más de doce horas de trabajo al sol y son obligados a vivir hacinados en casuchas de madera miserables, sin agua ni instalaciones sanitarias. El trabajador ‘golondrina’ es un verdadero paria; si no quiere volverse sin nada a su tierra, está obligado a aceptar las condiciones salvajes que les imponen las patronales. Un ejemplo, para esta cosecha se espera una producción 10% superior a la de 1995, que será recogida y empaquetada por la misma cantidad de trabajadores que el año pasado. Para los explotadores, la creación de este ‘excedente’ de mano de obra es una preocupación permanente, y no sólo en la época de las cosechas: durante la crisis provincial rionegrina, las patronales de la fruta reclamaron abiertamente, no la reducción del salario de los empleados estatales, sino el despido de miles y miles de trabajadores para crear un ‘ejército de reserva’ provincial que les permita bajar todavía más los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores de la fruta.


El ‘viaje’ fue armado por Bussi-Menem y los patrones de la fruta no tardaron en hacerse notar. A las pocas horas de la llegada de los zafreros, los trabajadores de la empacadora Estrella Alpina decidieron rechazar la ‘oferta’ salarial de la patronal, “que implicaría una fuerte reducción respecto a lo que pagó Estrella Alpina en la temporada anterior”: ¡la patronal pretende imponer una reducción salarial de 260 pesos sobre salarios, que en promedio, no superan los 500 pesos mensuales! Aquí hay un retrato del auténtico interés social y político detrás del reclamo de Menem, Bussi, las cámaras de la fruta y la prensa patronal en defensa de la  ‘libertad de trabajo’  y de la ‘libertad de circulación’ de los trabajadores a través de todo el territorio nacional.