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Desde su llegada al Concejo, Jorgelina desplegó una enérgica acción política en los temas de los jubilados, de los precarizados y de las obras de la ciudad. Juró en el Concejo por la memoria de nuestro compañero Mariano Ferreyra y, precisamente, su proyecto de pase a planta está tomado de la lucha de los tercerizados ferroviarios. Se trata del mismo planteo que se formuló al Estado nacional y a las concesionarias ferroviarias, pues contempla el ingreso por la antigüedad y el reconocimiento de las categorías.
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El respeto por la antigüedad sienta un enorme precedente político contra las prácticas del punterismo, habituales en todas las comunas. El triunfo de los precarizados de Bermúdez tendrá su réplica en Fray Luis Beltrán, en Granadero Baigorria, en Puerto San Martín y en la propia cabecera, San Lorenzo.
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El pase a planta, además, funciona como un llamado de atención para los dirigentes de la CGT, quienes han peleado mejoras para los precarizados, pero no libran ninguna lucha por el pase a planta de los miles de contratados del cordón. Las patronales han canjeado mejoras salariales a cambio de la continuidad de la tercerización. Los trabajadores contratados saben, sin embargo, que en los fluctuantes procesos productivos en el complejo agro-exportador son la variable de ajuste ante despidos y suspensiones.
La banca socialista del Partido Obrero ha demostrado que se encuentra al servicio de terminar con la depredación ambiental y laboral en toda esa enorme zona industrial. El proyecto de Jorgelina Signa debe ser ahora el proyecto de todos los precarizados del cordón.