Sindicales

11/9/2014|1331

Capitanich confirma el dumping laboral en Lear

103 Capitanich confirma el dumping laboral en Lear (nacho Smith)

 

El jefe de Gabinete recibe preguntas que contesta, por escrito, al filo de los debates. El Bloque Frente de Izquierda, que componemos los diputados del PO, le inquirió, entre 20 preguntas, ¿por qué se permite a la empresa autopartista Lear Corporation importar cables que antes producía en la Argentina, realizando una sustitución de producción nacional, cuando hay control de importación de insumos por parte del gobierno nacional? Recordemos: Lear importa cables de Honduras y Filipinas hace más de un año.

Su contestación fue “la Secretaría de Comercio no cuenta con herramientas legales para impedir el ingreso de cables o de ninguna otra mercadería, con el argumento de sustituir las importaciones por productos nacionales. Cabe aclarar que este tipo de medidas son violatorias de los tratados internacionales a los que el país adhiere”.

Capitanich, tan verborrágico, ha dado más definiciones que palabras. En primer lugar, confirma la importación y el vaciamiento que está en la base del conflicto de Lear, donde se ha eliminado un turno en el último año, despidiendo o “retirando” -que es lo mismo-, alrededor de 400 trabajadores. Esto, cuando Ford no disminuyó los pedidos de los insumos de Lear, prácticamente en todo el período en discusión, se suma la paralización de muchísimos días por la lucha de los compañeros -es decir, que se proveyó de importaciones que cuestan dólares que no hay y puestos de trabajo que faltan.

Además, los trabajadores han denunciado el convenio a la baja firmado hace dos años por el Smata que está en la base de otra sustitución: la de personal antiguo y bien remunerado, por trabajadores con salarios 40% menores, sin antigüedad ni tradición de organización sindical. La importación frente a la cual Capitanich se declara impotente, es también un arma contra las condiciones laborales de los trabajadores, un “dumping laboral”.

Todo el verso de la “sustitución de importaciones” fue desmentido en función de los “tratados internacionales”, en los que -como sabemos- dominan las potencias industriales en beneficio de sus multinacionales. La burguesía nacional, en su versión más “nacional y popular”, se declara impotente para industrializar el país, porque es socia de los buitres y comparte con ellos la fuga de capitales, las maniobras especulativas, la desinversión y el ataque a las condiciones laborales.

Néstor Pitrola