Entrevistamos a Carlos Blanco, delegado de la Junta Interna de ATE del Hospital Baigorria (Santa Fe). Carlos, frente a las elecciones de la CTA, hicimos un llamado contra la transformación de la central en un apéndice del gobierno K o la oposición patronal.

– ¿Qué balance realizás de ese llamado?

– La situación en la provincia, fundamentalmente en Rosario y Villa Constitución, es que un sector al cual dirigimos el llamamiento con el que desenvolvimos una lucha política no se animó a sacar las conclusiones de la crisis de la vieja burocracia. Abrieron una lista local, la Lista 7, que tratan de desvincularla de las listas de Yasky y De Gennaro. Pero sus principales referentes apoyan a De Gennaro. En el caso de Ctera, en Amsafe, recientemente hemos recorrido una experiencia conjunta, con quien encabeza la Lista 7, Gustavo Teres. Pero su planteo fue limitar la evolución de esa experiencia.

En Villa Constitución, hay una discusión más franca. Hay dos dirigentes históricos de la CTA: Picinini y Paulón. Paulón con Yasky y Piccini con De Gennaro.

– ¿Cuál es el proceso que se da en tu lugar de trabajo en torno al 82%?

– Nosotros con otras agrupaciones hemos tomado esta reivindicación y nos movilizaremos el 4 de agosto para reforzar la movilización nacional. Desde el punto de vista de las organizaciones gremiales, no fue tomado. Por ejemplo, en el caso de Amsafe Rosario, queremos tomar una iniciativa concreta.

– A medio año transcurrido, ¿qué balance realizás de las luchas y reivindicaciones?

– Es importante retomar todo lo que quedó pendiente en las luchas reivindicativas de la primera mitad de año, porque la inflación es imparable. Las negociaciones salariales fueron cerradas muy tempranamente con un 20% miserable para los estatales y un 17% para los docentes. Está comenzando a haber un debate, particularmente en Amsafe, con asambleas por distrito y reunión del cuerpo de delgados por la reapertura de paritarias.