Sindicales

28/4/2020

Carlos Casares: molino Lagomarsino suspende operarios y abona el 50% del salario

La histórica empresa molinera Andrés Lagomarsino acaba de suspender a sus 34 operarios de la planta de Carlos Casares por el término de 15 días. El anuncio, enviado por WhatsApp a los trabajadores, indica que la firma abonará el 50% del salario neto mientras dure esta medida (desde el 24 de abril al 10 de mayo) y que la misma estará sujeta a prórroga si continúa la cuarentena. Mientras tanto, la Unión Obrera Molinera Argentina (Uoma) brilla por su ausencia.


A menos de 24 horas del anuncio de acuerdo entre el gobierno, la CGT y la Unión Industrial Argentina, que confirma la rebaja salarial del 25% para los salarios en blanco de los meses de abril y mayo, Lagomarsino picó en punta con este ataque al conjunto de sus empleados, demostrando una vez más, por si hiciera falta, que los decretos de Alberto Fernández sobre prohibición de despidos, suspensiones y rebaja salarial son, para la clase capitalista, papel pintado.



¿La crisis es tal?


La empresa aduce una disminución del consumo de panaderías artesanales y la paralización de exportaciones de harina a Brasil, entre otras cosas. Andrés Lagomarsino e hijos S.A. posee en la actualidad 9 plantas operativas en nuestro país: 5 molinos harineros, 2 plantas de acopio, 1 fábrica de fideos y una fábrica de rebozadores, panificados y masa congelada. Como se ve, es una empresa con suficiente espalda como para soportar 30 días de merma en su producción sin necesidad de afectar un solo puesto laboral.


Recordemos que en el año 2018 las exportaciones de trigo a Brasil marcaron un récord, con un volumen de casi 6 millones de toneladas, que significaron 1.300 millones de dólares de ingresos. Esta actividad además fue beneficiada por la baja de retenciones del 23% al 12% durante el gobierno de Macri y la liberación del tipo de cambio que llevó el dólar de $19 (diciembre del 2017) a casi $40 (diciembre del 2018), engrosando aún más las ganancias millonarias del sector.


Rechacemos las suspensiones


En el “telegrama” de aviso, enviado por el apoderado de la empresa vía mensaje de texto a los 34 operarios, se informa además que “no existen funciones habituales para asignarle en esta situación de emergencia y la empresa no cuenta ni podrá contar con fondos suficientes para financiar las consecuencias de esta inactividad y agravamiento de la situación en forma inesperada”. Sin embargo, la producción de harina, considerada actividad esencial desde el día 1 del anuncio de la cuarentena, podría derivarse para abastecer a los comedores y merenderos populares que, producto del hambre y la miseria social, proliferan a lo largo y ancho de todas las localidades de la zona. O incluso para engrosar los bolsones de mercadería que se reparten una vez por mes y no alcanzan para que una familia tipo pueda comer ni diez días.


Hay que rechazar las suspensiones y rebajas salariales de estos pulpos agroexportadores que han sido los grandes beneficiarios de los últimos años. Por la apertura de los libros de Lagomarsino. La empresa debe asegurar los puestos de trabajo, la producción para satisfacer las necesidades alimentarias y el pago íntegro de los salarios. Que la Uoma salga del letargo y convoque a asambleas en toda la rama, para que los trabajadores deliberen y puedan votar un plan de lucha contra este nuevo atropello patronal.