La venta de Lix Klett a Carrier ya es un hecho. Fue firmada la “carta de intención” con el principal banco acreedor y la moratoria —por ahora de 30 cuotas. Sin embargo, aún no han dado a conocer cuál es la “intención” hacia el plantel, pero, eso sí, se han preocupado para que convengamos que “en todo cambio siempre algo se pierde”. Y éste es el ataque ideológico de la patronal: que ‘convengamos’ una pérdida. Como si los trabajadores no hubiéramos sufrido ya un sinnúmero de ‘pérdidas’, de empleo, de salario y de posibilidades de desarrollo. Que ‘convengamos’ una pérdida, como si las reformas laborales, la reforma previsional, la reforma a la ley de accidentes, la flexibilidad laboral y en vistas la desregulación de las obras sociales, como si todo esto no fuesen pérdidas para los obreros.

 

¡No! Si queremos defender el trabajo y acabar con la desocupación. ¡No! ¡No podemos aceptar más pérdidas, no podemos aceptar despidos!

 

Por eso, la salida es que no ‘convengamos’ ninguna pérdida, y al contrario, organicemos la resistencia. Porque la patronal no tiene ningún derecho a hacernos pagar su crisis, mucho menos después de haberse embolsado durante 60 años fabulosas fortunas por medio de la explotación del trabajador.

 

¡Ningún despido! ¡Que la crisis la paguen ellos!

 

La salida está en nuestras manos.