Sindicales

8/2/2007|980

Carta abierta a los activistas y delegados de ATE


La dirección de ATE vino demorando la convocatoria a elecciones del sindicato con la vana esperanza de quitarle tiempo a la oposición para organizar su propia lista. El ‘recurso’ no es nuevo, pero esta vez no ha podido ir tan lejos como hubiera querido. Ella misma tiene una crisis para armar su lista.


 


La burocracia de ATE vive una sangría de cuadros y militantes. Numerosos compañeros (delegados y activistas) han abandonado la lista oficial. Es que a las traiciones de luchas muy importantes y a la ‘tolerancia’ con la transformación de los trabajadores públicos en la variable de ajuste del ‘superávit fiscal’, se añade el desvergonzado kirchnerismo de esta cúpula, así como su descarada alianza con sectores patronales en el campo político.


 


La actual dirección de ATE no puede esgrimir una victoria salarial o reivindicativa , siquiera en los escenarios donde no sufre la ‘competencia’ de Andrés Rodriguez (Neuquén, Mendoza, Corrientes), y es la que dejó correr, años antes, las condiciones de seguridad que permitieron la masacre de trabajadores de Río Turbio.


 


Es una gran organizadora de derrotas, que se oculta a través de los llamados “nuevos métodos de lucha” (“radios abiertas”, “plebiscitos”) para escaparle como a la peste a cualquier acción directa.


 


Su emblocamiento político con Heller-Credicoop-Ibarra (lo que al final lleva al apoyo a Filmus) significa la adhesión abierta, por primera vez, a una AFJP (Previsol), con todo lo que esto significa la recuperación del sistema previsional para los trabajadores.


 


¿Cuál es la respuesta de conjunto que debemos darle todos los que hemos venido jugando un papel de lucha sindical contra el Estado-patrón y contra esta burocracia sindical?


 


Muy sencillo: debemos unirnos todos los que queremos una nueva dirección para ATE, y para ello necesitamos simplemente un programa que nos comprometa en una acción decidida para restablecer los derechos y conquistas de los trabajadores estatales.


 


Paritarias


 


Las discusiones paritarias y la lucha por un convenio de trabajo, que mejore las disposiciones vigentes para el empleado público, son el corazón de la actividad sindical. Sin embargo, las paritarias estatales son ‘truchas’, porque están condicionadas al presupuesto ya aprobado para el año, y porque la representación sindical se encuentra también condicionada al monopolio que ejerce la burocracia de UPCN entre los estatales nacionales.


 


Para enfrentar esta situación proponemos que los paritarios y los anteproyectos de reclamos sean votados en asambleas de ATE, así como lanzar una campaña de asambleas conjuntas de ATE y demás gremios estatales con el mismo objetivo. El chaleco de fuerza de la paritaria estatal concedida por el gobierno, no puede ser roto sin una abierta movilización de la base para establecer su soberanía sobre las paritarias.


 


Este método de acción y organización es el que nos puede abrir el camino para obtener las reivindicaciones principales: 2.200 pesos de mínimo, incorporación de los contratados y de los trabajadores de los planes que ‘contra-prestan’ en las reparticiones.


 


Además, tenemos a la orden del día la exigencia del 82% móvil y la estatización integral del sistema previsional, bajo el control de obreros y jubilados.


 


Intersindicales en todas las reparticiones y empresas


 


Los momentos más vigorosos y prometedores de las luchas de los últimos años fueron aquéllos en los que logramos que las bases y los delegados de diferentes lugares de trabajo unificaran su acción mediante asambleas comunes y la elección de coordinadoras o de comités de lucha conjuntos.


 


Proponemos darle un carácter sistemático y estratégico a este planteo, porque, en primer lugar, ha nacido de la propia base y es una tendencia que la caracteriza. También es clave para acabar con la división sindical que le permite a las burocracias de ambos gremios (y aún de otros) mantener su monopolio y privilegios.


 


La discusión paritaria es la ocasión para unirnos en la acción para desarrollar esta verdadera revolución sindical.


 


Por un bloque de acción


 


Las elecciones previstas en ATE habrán de demostrar algo que ya ocurrió en las elecciones de la CTA: que en varias provincias y en numerosos lugares de trabajo las tendencias combativas somos mayoritarias.


 


Esto nos plantea la responsabilidad de recoger el mandato de esos compañeros en circunstancias en que el manejo de los padrones y del aparato dificulta la posibilidad de llegar a la dirección del sindicato por la vía electoral.


 


No es posible que porque no podamos superar una elección fraudulenta, dejemos a miles de compañeros sin perspectiva de realizaciones por otros cuatro años. No enfrentar este desafío equivale a una deserción de responsabilidades clasistas.


 


Por eso proponemos constituir un bloque para la acción entre todas las regionales y reparticiones donde ganemos la mayoría, e incluso con las representaciones que queden en minoría, para impulsar propuestas y movilizaciones, y para darle también una vía efectiva con planes de lucha. En una etapa de transición política y sindical enfrentamos la obligación de encontrar las vías de pasaje entre los sindicatos burocratizados y la futura victoria de una nueva dirección.


 


Por una lista unitaria


 


A partir de estas consideraciones de conjunto, llamamos a constituir una lista unitaria contra los Depetris y Micheli. Llamamos, naturalmente, a los compañeros de la Lista 3, que participó en las recientes elecciones en la CTA, y llamamos igualmente al MIC y a la CCC, así como a las tendencias que rompen con el oficialismo para abrir un camino de salida para los estatales y el conjunto de la clase obrera.


 


Llamamos a la CCC a acompañar una lucha de oposición, con una política clara.


 


Llamamos al MIC a superar las divisiones en las elecciones recientes en la CTA, lo cual es perfectamente posible si discutimos el plan de acción y el programa. Lamentamos, debemos decirlo, que los compañeros del MIC hayan publicado un llamado a una lista unitaria sin convocar concretamente a nadie, como si entendieran a esa unidad como un acto de auto-proclamación. También lamentamos que ese llamado no contara con una propuesta de acción y de programa, en lo que nos parece un nuevo intento de querer buscar acomodos con el oficialismo en lugar de proceder a la unidad por medio de posiciones claras.


 


Llamamos a debatir la formación, sin condicionamientos, de una lista única de oposición a la burocracia, que reivindique la independencia de clase del movimiento sindical. Señalamos que el movimiento obrero que ha emergido del Argentinazo es objeto de un brutal intento de ‘borocotización’ (ATE y la CTA son un ejemplo de primera línea), que alternativamente se transforma en represión. Ponemos este llamamiento al servicio de la defensa de este nuevo movimiento obrero, que podrá convertirse próximamente en el eje de la renovación revolucionaria definitiva de los sindicatos en Argentina.