Sindicales

22/6/2017|1463

Caso Avalos: Nuevas condenas contra la burocracia de la Uocra


Se comprobó el plan criminal organizado por los jerarcas del sindicato: el ex secretario adjunto de la seccional Lomas de Zamora fue condenado a prisión perpetua


 


En un fallo histórico, el Tribunal Oral N° 2 de Lomas de Zamora condenó por homicidio agravado por la participación de dos o más personas al ex secretario adjunto de la Uocra de Lomas de Zamora, Héctor Cabrera, y a dos miembros de la patota que provocó, en marzo de 2014, el homicidio del obrero de la construcción Darío Avalos. El tribunal que condenó a los asesinos estuvo conformado por los doctores Silvia González, José Luis Arabito y Nicolás Plo.


 


Avalos era obrero de la construcción. Fue asesinado por una patota de la Uocra de Lomas de Zamora mientras participaba de un reclamo por puestos de trabajo frente a una obra de la constructora Esuco SA. Los agresores emboscaron con armas de fuego, cuchillos, varillas de metal y piedras al grupo de manifestantes en el que se encontraba Avalos. Parte de los atacantes los aguardaron desde la madrugada dentro de la obra y otro grupo llegó “en caravana”, encabezado por Héctor Ramón Cabrera desde la sede del sindicato. Todo ocurrió bajo la mirada de efectivos de la Policía Bonaerense, que cubrieron la huida de la patota.


 


Esta condena crea un antecedente para considerar el ataque de una patota sindical -que tenga como consecuencia la muerte de alguna de las personas agredidas- como delito de “homicidio agravado por la participación de más de dos personas”, considerando co-autores y penalmente responsables no sólo a las personas que dispararon las armas, sino también a las personas que organizaron y dirigieron dicha patota. En este caso, la Justicia determinó la culpabilidad por los cargos de miembros de la dirección de la Uocra de Lomas de Zamora: además de Cabrera, involucró al ex secretario general Walter Leguizamón, que permanece prófugo. Leguizamón es un hombre del riñón de Gerardo “Batallón 601” Martínez. 


 


Se entiende acreditada la premeditación mediante un plan criminal. Su organización se planificó con antelación del asesinato, para el que la burocracia sindical garantizó armas y medios de transporte, además de ser la convocante de los tiradores y la patota.


 


Este fallo dejó atrás las imperfecciones de la condena a José Pedraza, ya que en el caso del asesinato de Mariano Ferreyra, el tribunal consideró que se trataba de un “homicidio simple”, en el cual la dirección (que no estaba no presente en el lugar)no era autora sino solamente cómplice. El argumento esgrimido era que esta burocracia no quería en el fondo un muerto sino sólo correr a tiros a los tercerizados del ferrocarril, que reclamaban su pase a planta permanente.


 


En el caso Avalos, el testimonio que indicó que Cabrera recibió la orden por radio del secretario general Walter Leguizamón para que “vayan y maten a todos esos mugrientos”, fue contundente para acreditar la intención criminal.


 


También son parte de las conclusiones del tribunal la clara complicidad de la Policía Bonaerense -que deberá investigarse-, presente en el lugar de los hechos. Se trata de un paso más para cambiar la hipótesis defendida por el fiscal de instrucción de que los policías cometieron un simple incumplimiento de deberes.


 


En el primer juicio por el homicidio de Avalos, finalizado en julio del año pasado, un jurado popular había condenado a cadena perpetua a seis miembros de la patota de la Uocra, dos de ellos por el delito de homicidio agravado, mientras que el resto recibió penas menores por homicidio en riña.


 


Este lunes 19 se ha logrado un triunfo en la batalla contra los crímenes de la patota de la Uocra y la complicidad de la policía y del Estado, que cobra gran impacto ya que es un método extendido en la burocracia sindical. Y constituye un fortalecimiento de los trabajadores contra esos métodos criminales.


 


Estuvieron presentes para escuchar el veredicto y acompañar a los familiares el ex diputado de la provincia por el Frente de Izquierda Guillermo Kane; el secretario general del Sitraic, Víctor Grosi; miembros de ATE y de Suteba de Lomas de Zamora.