Comercio – Cavalieri: con ocho mil votos de trescientos mil empleados de comercio

Lo felicitó Tomada

Gustavo

El 31 de mayo se realizaron las elecciones del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal. Estas elecciones se habían nacionalizado, como resultado del desembarco de Moyano en el gremio, de la activa participación del gobierno y de la importancia de los resultados de cara a las elecciones en la Federación Nacional Mercantil y al próximo congreso de la CGT -Comercio aporta una gran cantidad de congresales al confederal de la central.

Armando Cavalieri presentó su triunfo como un plebiscito a su gestión. Y aunque logró el 73 por ciento de los votos, ese porcentaje tiene muchos atenuantes: en primer lugar, participaron de la elección menos de 20 mil afiliados sobre 60 mil, apenas un tercio del padrón. El propio Cavalieri desalentó la participación, al restringir la votación a tres lugares y no colocar urnas en los lugares de trabajo. Los 12 mil votos que obtuvo se empequeñecen aún más, si se considera que en Capital hay 300 mil empleados de comercio y que de los 12 mil votos que sacó, unos 4 mil pertenecen al padrón de jubilados que fue movilizado en forma clientelar.

La lista Verde-Bordó, encabezada por Oscar Nieva y apadrinada por Moyano, explotó parcialmente el descontento hacia Cavalieri, cosechando buenos resultados en algunas concentraciones de activos, si bien su total de votos fue de apenas 4.400, un 27 por ciento.

Con una pequeña ayuda de mis amigos…

El gobierno nacional comenzó el proceso electoral del lado de Moyano, cuya lista bendijo a través de Carlos Kunkel. Sin embargo, en el marco de los roces posteriores entre el líder camionero y la Presidenta, el ‘monje negro’ Zannini salió a alentar por lo bajo la candidatura de Gerardo Martínez (Uocra) para la secretaría general de la CGT en 2012. Cavalieri aprovechó el guiño y pocos días después se realizó un cónclave entre los ‘gordos’ y Barrionuevo-Venegas en la sede de la UTA, para debatir el desplazamiento de Moyano de la CGT. Unos días más tarde, un fallo de la Corte Suprema autorizaba la realización de la elección de Comercio con los padrones que el moyanismo había impugnado por serias irregularidades. Este fallo de la Corte fue decisivo, porque destrabó una elección que se encontraba suspendida y le permitió a Cavalieri jugar con sus propias reglas.

El cambio de caballo en la mitad del río por parte de la camarilla presidencial, que se alineó con uno de los emblemas del sindicalismo menemista de los ‘90 en el marco de sus idas y vueltas con Moyano, dejó atónitos a los luchadores de Comercio que tenían la expectativa de una recuperación del sindicato a partir del apoyo del gobierno ‘nacional y popular’.

Como admitió Cavalieri a Clarín, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada -designado a dedo por Cristina como candidato a vicejefe de Gobierno porteño-, pero también otros funcionarios del gobierno que prefirió guardar en el anonimato, lo llamaron para felicitarlo por el triunfo.

Ahora, Cavalieri va por más y pretende ocupar un lugar central en el armado de un bloque para destronar a Moyano de la secretaría general en 2012.

Por una alternativa combativa y antiburocrática

Cavalieri se dio el lujo de correrlo por izquierda, señalando que su paritaria fue de 30 por ciento en cuotas, contra el 24 por ciento en cuotas que Moyano pactó en la Casa Rosada.

El 30 por ciento en cuotas que Cavalieri se jacta de haber obtenido con otros métodos, ‘sin realizar ni un solo día de paro’, todavía no está publicado íntegramente en ningún lado: es en cuotas hasta diciembre, o sea que no es un 30 por ciento real y será devorado por la inflación, a la vez que mantiene intacta la tercerización y el trabajo por agencia, y no recoge los reclamos puntuales de cada rama.

El punto de partida de un reagrupamiento combativo pasa por clarificar que el moyanismo no es una alternativa a Cavalieri, sino un bloqueo al desarrollo de las tendencias de lucha que anidan en el gremio, como lo demostró su parálisis frente a las paritarias. Necesitamos construir una corriente independiente de las fracciones burocráticas y sus disputas.