Los trabajadores del Gallego sufren un verdadero vía crucis que lleva ya más de medio año. Enfermeras, técnicos y médicos sufren el atraso sistemático o directamente la falta de pago de los sueldos.

Al personal general se les debe el 70% del sueldo de noviembre y el 70% del de abril. No se conoce la próxima fecha de pago. Ante la furia y desesperación del personal que ha realizado piquetes ante tesorería para que aparezca el dinero, se ha instalado una entrega de vales, totalmente discrecional.

Una parte de ellos los manejan directamente los delegados de la burocracia de ATSA que juega el papel de auxiliar de la patronal. Fue ella la que alentó el falso rumor de que se cobraría el viernes antes del último fin de semana largo. Ante la comprobación de la mentira, el odio de los trabajadores obligó a que la tesorería repartiera vales de 200 y 300 pesos (!). Un delegado que subrepticiamente cobró 1.500, fue corrido por la gente.

A todo esto se sabe que los socios -14.000-, han sufrido un importante aumento en sus cuotas por una atención cada vez más deficiente. Además, sectores como cirugía, diagnóstico por imágenes, oftalmología, manejan sus propios "kioscos", al margen de todo control y sin rendir cuentas.

Entonces ¿adónde va el dinero de los socios? ¿Adónde el pago de las prestaciones de los servicios mencionados?

Los directivos y los jefes de algunos servicios son el remanente de las sucesivas administraciones de elementos aventureros que, en combinación con políticos de turno, han vaciado el hospital en beneficio propio. Al punto que la facturación regular del hospital está abandonada; se sabe que hay oficinas con historias clínicas hasta el techo sin facturar.

Los trabajadores vienen librando una lucha tenaz contra el cierre del Centro, los reiterados intentos de evacuación y los planes de racionalización y despidos, que han puesto como condición grupos de la medicina privada para quedarse con el hospital. En febrero pasado se logó arrancar un acta al Ministerio de Trabajo que convocaba a una Mesa de Trabajo a las autoridades del Centro, sindicato, socios y ministerios de Salud de Nación y Ciudad, con el objetivo de lograr la apertura de los libros y el control de ingresos por parte de socios y trabajadores. Unica salida para garantizar el pago de salarios y la continuidad asistencial.Después de este compromiso, el ministerio se ha desentendido y hace oídos sordos a los reclamos.

Los trabajadores en asambleas de los distintos turnos están preparando una gran campaña de difusión de marchas y acciones públicas, para insistir ante las autoridades responsables de que no se vacíe este hospital de alta complejidad.