Desde enero, la docencia chaqueña se viene organizando en la lucha por la vivienda propia. Con cientos de inscriptos de todas las localidades, se fue avanzando en el reclamo de vivienda para los miles de docentes que se ven obligados a pagar un alquiler teniendo salarios promedio de 15.000 pesos. 

La lucha atravesó varias fases y se fue haciendo una experiencia. El movimiento de vivienda docente comenzó pidiendo respuestas al gobierno y buscando alternativas. Se sucedieron infinidad de reuniones con diferentes áreas del Estado y partidos de la Cámara de Diputados. El radicalismo presentó un proyecto de cupo de viviendas para docentes, pero este "cupo" se aplicaría sobre una construcción de viviendas totalmente paralizada. De todas formas, el proyecto no llegó a ser tratado. Los funcionarios del gobierno propusieron falsas salidas, como "comprar" terrenos fiscales, como los del Campo de Tiro, que actualmente están en manos de cooperativas y que está prohibido vender. O fingieron tramitar "cesiones" de terrenos que ya se encuentran ocupados por otras familias.



Esta falta de respuesta fue madurando entre los docentes de la organización de Barranqueras la necesidad de pasar a la acción. Con esta perspectiva, se organizó la ocupación de un terreno por parte de los casi 200 docentes organizados en el movimiento de "Docentes autoconvocados por un techo propio". La ocupación fue denunciada, lo cual plantea la lucha contra el desalojo. Por eso, Aurelio Díaz (diputado provincial del PO) presentó un proyecto de Ley de Expropiación que, por la Ley de emergencia ocupacional, debería contribuir a trabar el desalojo -la Ley establece que no se desalojan terrenos con trámite parlamentario de expropiación. Junto a los compañeros, la bancada del Partido Obrero está encarando la lucha por la expropiación y el acceso a la tierra.

La ocupación de los docentes marca un salto, que muestra la gravedad de la situación social. Se combina un salario prácticamente congelado, con la parálisis en la construcción de vivienda, la manipulación de los listados del Instituto de Vivienda a cuyas viviendas los compañeros no acceden, la falta de loteos accesibles para el conjunto de la población, y la especulación inmobiliaria, llevando a miles de docentes a una situación de ahogo para pagar los alquileres. Los "docentes autoconvocados por un techo propio" buscan una salida frente a esta situación, tomando los métodos de acción directa de los barrios humildes del Gran Resistencia. 

El reclamo de viviendas para los trabajadores no es, en general, un eje gremial de ningún sindicato docente. Con su acción, los compañeros también han desnudado esta carencia. Ahora, corresponde que los sindicatos docentes se pronuncien en favor de los compañeros y acompañen el planteo de expropiación y la construcción de las viviendas. El movimiento también muestra una tendencia a la acción y organización asamblearia que desmiente la versión de los sindicatos que justifican su falta de convocatoria en que "los docentes no se movilizan". Con un canal para hacer oír los reclamos, se ha organizado una acción muy importante.



Vamos por el acceso a la vivienda para todos los docentes sin techo.



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