Acorde a los datos del Indec, la inflación de la región del NEA (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones) acumula un 47,1% de inflación interanual. Un 4,6% más que la inflación nacional interanual (42,5%) para la región con más pobres del país.

Si se considera solo este año, la inflación del NEA acumula un 18,4%. Esto es más que la media nacional y deja a los jubilados del Chaco un 7,4% debajo de la inflación de estos primeros siete meses, ya que con el sueldo de abril recibieron un aumento del 11%. Peor aún es el caso de los docentes que no tuvieron mejoras salariales -por un acuerdo con la burocracia del Frente Gremial Docente- y se les adeuda la cláusula gatillo de los siete meses que transcurren, acumulando así de pérdida salarial el equivalente a la inflación de este año.

La licuación de los salarios es parte de la política de ajuste del gobierno de Jorge Capitanich en Chaco, que tiene el efecto inmediato de hacer aún más pobres a los jubilados y docentes de la región. Esta situación explica el porqué de la alta morosidad en los pagos del servicio de luz provincial, que llega al 85%.

Quien esperaba una política prosalario del gobernador K, se está encontrando con un plan de “saneamiento de las cuentas públicas”, que corta el hilo por lo más débil.  En la mira de esta orientación está la liquidación del régimen jubilatorio provincial, al que ya le liquidaron parte de su patrimonio con la venta de bienes inmuebles.

Así las cosas, el recupero salarial se encuentra aplazado por Capitanich que no lo tiene ni siquiera en agenda. Por eso mismo, es necesario recordárselo con la organización y movilización de jubilados y docentes, que le impongan la agenda de la reapertura de las paritarias, del cumplimiento de la cláusula gatillo y de una indexación mensual de los salarios jubilatorios.