Sindicales

26/9/2019|1566

Chubut: la lucha en una nueva etapa

La incapacidad del gobierno provincial para resolver la crisis es inocultable y el “Fuera Arcioni” es generalizado

El conflicto ingresó a su décima semana de paros, cortes y movilizaciones y el gobierno no logra enderezar un rumbo de salida a la crisis política y económica de la provincia. Macri envió un adelanto de fondos que apenas sirvió para completar el pago escalonado de salarios. 

La quema parcial de la Legislatura, el bloqueo de Aluar o la reinstalación de los cortes, fueron expresiones de una radicalización de los sectores más avanzados, que la mayoría de los trabajadores aprueba. 


Lo más importante es que han empezado a despuntar instancias de coordinación superiores, como el plenario provincial de delegados de Atech, con carácter resolutivo, que resolvió un plan de lucha, las asambleas inter-hospitalarias e incipientes “asambleas populares” en los acampes y en algunas localidades como Esquel y Sarmiento.


Fernández-Massa: con Arcioni contra los trabajadores 


La incapacidad del gobierno provincial para resolver la crisis es inocultable y el  “Fuera Arcioni” es generalizado. El juicio político que levantan varios sectores empieza a extenderse. La juntada de firmas para poner en marcha un mecanismo de revocatoria no enfrenta rechazos. 


Una caída del gobernador por la acción directa de los trabajadores abriría una situación extraordinaria que condicionaría incluso a un futuro gobierno de Fernández. La “salida institucional” constituye un desvío que podría terminar en nada. Al mismo tiempo puede ser un factor de agitación adicional que incomoda a toda la burguesía. 


Por eso Alberto Fernández y Sergio Massa  -el padrino político de Arcioni- han puesto en marcha un operativo para: 1) desactivar el reclamo de destitución y blindar al gobernador ante cualquier intento de avanzar con el proyecto en la Legislatura, donde Arcioni tiene más enemigos que aliados, y 2) impulsar una mesa de consenso en la provincia, en línea con el pacto social en gestación a escala nacional. La agenda “local” incluirá muy probablemente la seguridad jurídica de las operadoras, la extensión al ámbito de Chubut de los convenios flexibles que rigen en Vaca Muerta y el avance de la mega-minería.  


Con este aval político y el PJ alineado tras de sí, Arcioni intentará nuevamente obligar a los docentes (el núcleo del conflicto) a retornar a las aulas.


¿Qué hacer?


Al momento de escribir esto una asamblea de Atech resolvía continuar el bloqueo a la playa de tanques de YPF en Comodoro Rivadavia  (con la oposición de la conducción de Daniel Murphy) pese a la intimación de desalojo; la secretaría de Trabajo de Nación dictaba una conciliación obligatoria al paro general de Aluar por dos despidos a raíz de la solidaridad con los docentes que bloquearon la planta la semana pasada; los judiciales del Sitravich cortaban la ruta 25 exigiendo la renuncia del presidente de la administración de Vialidad provincial, Nicolás Cittadini. Al mismo tiempo los estudiantes secundarios mantienen las ocupaciones de escuelas y continúa el acampe de los docentes y estatales en las puertas de la Legislatura. 


El movimiento de lucha tiene grandes reservas, pero para desarrollarse, necesita una dirección que lo unifique y objetivos más definidos.


Nuestro planteo es: 


-Fuera Arcioni. 

-Pago inmediato de salarios, jubilaciones, coberturas médicas y de todos los reclamos de infraestructura.


-Elección de una comisión independiente, formada por los sindicatos y los sectores en lucha, para abrir los libros de la administración pública, suspender el pago de la deuda e investigar todos los negociados.


-Disponer el cobro directo de las regalías petroleras (que hoy se depositan en un fideicomiso para destinarlos al pago de la deuda) y un impuesto progresivo a las grandes empresas.


-Asambleas populares en cada localidad para votar un programa de emergencia ante la crisis. 


-Fuera “Loma” Ávila (dirigente de Petroleros) de Petrominera. No a la megaminería


-Que la MUS (Mesa de Unidad Sindical) y los gremios en lucha convoquen a un congreso provincial de delegados de todos los sindicatos de la provincia. 


Por un plan de lucha provincial y la exigencia a la CGT de un paro activo de 36 horas y un plan de lucha, por estas reivindicaciones.