Cicop: un acuerdo ruinoso para una lucha ejemplar

La conducción de la Cicop, que agrupa a los profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires, levantó una lucha histórica de los trabajadores de la actividad con un acuerdo a la baja, cuando el gobierno de María Eugenia Vidal se encontraba acorralado


La conducción de la Cicop, que agrupa a los profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires, levantó una lucha histórica de los trabajadores de la actividad con un acuerdo a la baja, cuando el gobierno de María Eugenia Vidal se encontraba acorralado.


 


La dirección de Cicop, hoy repartida en dos listas (la oficialista, que está unida a la kirchnerista, y otra que es un desprendimiento de la primera, encabezada por el titular de Fesprosa, la federación que agrupa a los profesionales de la salud de todo el país, Jorge Yabkowski) cerraron una lucha histórica de los trabajadores de la Salud con un acuerdo claramente a la baja, cuando tenían contra las cuerdas al gobierno de Vidal.


 


El acuerdo consistió en un aumento del 25 por ciento en tres cuotas, la última a cobrarse en agosto, lo cual, anualizado, significa un 17 por ciento de incremento, menos de la mitad del reclamo con el cual se comenzó la lucha. Por otro lado, si se observa la grilla, vuelve a estrecharse la escala salarial entre los salarios iniciales y los de mayor antigüedad por la cantidad de cifras en negro que integran nuestro salario. De todas formas, a agosto, el salario del ingresante de planta, al igual que el del residente de primer año, rozará el equivalente a la canasta de pobreza.


 


¿Jubilación a los 50 años?


 


En cuanto a otro de los reclamos, el decreto que permitiría una jubilación anticipada, Cicop acordó discutirlo con el gobierno en un plazo de 120 días para acercar posiciones. Conclusión: ninguna definición, luego de agitarlo durante un año como la gran conquista. El gobierno obtiene una tregua de cuatro meses, mientras se propone anular las jubilaciones especiales y los derechos previsionales del conjunto de los trabajadores, algo por lo cual están peleando estatales y docentes en la Patagonia. Por el lado de los nombramientos, acordaron la designación de 300 nuevos profesionales, siendo que la Cicop reclamaba que se efectuaran 2.000 nombramientos. El señalamiento de que en agosto se rediscutiría la paritaria es una fórmula de compromiso para justificar el monto salarial establecido.


 


Una lucha que daba para mucho más


 


La dirección de la Cicop reconoció en los dos últimos congresos de la entidad que esta lucha era histórica, ya que por primera vez se había visibilizado nuestro reclamo, roto el cerrojo de los medios y logrado el apoyo de la población, luego de tres meses de paros y movilizaciones, con la incorporación masiva de los residentes, con acampes y carpas de Salud en las plazas. Nada eso se había modificado al momento del cierre de esta paritaria ruinosa.


 


La burocracia de la Cicop, tributaria de las diversas facciones en las que se dividió la CTA, privilegió sus lazos con el espectro de los partidos patronales del centro-izquierda de la provincia de Buenos Aires, que votaron -junto al gobierno de Vidal- el presupuesto provincial de ajuste.


 


Los paros, sin una decisión firme de transformarlos en una huelga por tiempo indefinido, llevaban a un desgaste a cuenta gotas. Escondieron la resolución del Congreso, que proponía un Congreso de delegados de base de la CTA para unificar la lucha de todos los estatales, propuesta por Tribuna de Salud y fue votada por unanimidad por todos los participantes.


 


Por una nueva dirección


 


Es significativo que la tercera parte de los hospitales rechazaran este acuerdo paritario, con los mismos argumentos que sostiene Tribuna de Salud e Independientes, que constituimos la Lista 2, “Profesionales en Lucha”. Que seamos la única lista que rechace junto a centenares de compañeros esta política nos impone redoblar nuestros esfuerzos para llegar a todos los profesionales de la provincia en estas elecciones, para poner en pie una alternativa sin compromisos con los ajustadores y sus cómplices, y pelear a fondo por nuestros históricos reclamos ,en un frente único con todos los estatales y todos los que luchen contra este ajuste, como hacen los trabajadores en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Mendoza.