Cicop: Un cierre artificial para un plan de lucha

El viernes 31 de mayo el Congreso de delegados de Cicop (profesionales de la salud de la Provincia de Bs As) dio por finalizado el plan de lucha de casi 4 meses por el aumento salarial. El conflicto en realidad arrancó en enero por la reincorporación de Miguel Molina, dirigente cesanteado del Hospital de Montegrande.


El plan de lucha tuvo que soportar todo tipo de maniobras dilatorias, como la convocatoria de un plebiscito para detener la progresividad del mismo o la suspensión de las acciones desde Necochea hasta San Nicolás, por las inundaciones en La Plata. Los delegados de Tribuna de Salud, batallamos en todo momento por la profundización de las medidas contra estas maniobras. Finalmente, dos semanas de paro de 72 hs y luego dos de 96 hs arrancaron al Gobierno de Scioli la convocatoria a la paritaria profesional. El ofrecimiento de un 22% en dos cuotas y un blanqueo hacia fin de año que redunda en una rebaja salarial, fue presentado por el oficialismo de Cicop como una victoria, cuando es la misma oferta que le hizo al resto de los estatales.


Burocracia Sindical


Para levantar la lucha, el oficialismo Michelista y el kichnerismo del gremio usaron todo tipo de artimañas. Se cansaron de decir que las bases estaban desgastadas. Sin embargo, la contundencia de los paros a medida que se logró al profundizar la lucha y una gran movilización al Ministerio de Trabajo el día del inicio de las paritarias, hecha por tierra esa excusa pueril.


Por debajo, incluso, presentaron el blanqueo de fin de año como un aumento del básico; lo que es mentira. También subrayaron como un logro el compromiso de que el gobierno incorpore 400 nuevos cargos (menos de 6 por hospital sin contar con la apertura del Hospital de Ciudad Evita), cuando a fin de año anunciaron que para reponer los planteles se necesitaban 2 mil. Además, utilizaron hasta el hartazgo la posición demagógica de que los paros afectan a "la gente", buscando así quebrar la moral de los huelguistas. Incluso, los delegados kichneristas acusaron a las bases de "golpear" a los pacientes con estas medidas.


En algunas seccionales como Moreno, incluso los delegados manifestaron posiciones contrarias a las votadas en asamblea. Sobre Miguel Molina…, nada. Sin embargo, ninguno pudo esconder el fastidio de las bases por la propuesta. Poco menos del 25% de los delegados votó por rechazar la oferta y continuar el plan de lucha pero el número de seccionales que mocionaban el rechazo la oferta o que plantearon votaciones reñidas fue mayor. Este ajuste en el salario es parte del plan del gobierno para llevar adelante la ejecución del presupuesto de salud más bajo de los últimos 20 años.


Tanto el Michelismo como el kichnerismo en el interior del gremio operan como una burocracia sindical, en el sentido que integran sus acciones a la política del Estado. No puede ser de otra manera ya que los legisladores del FAP y del FPV votaron juntos ese presupuesto en noviembre de 2012.


Sin embargo, a pesar del cierre formal, el conflicto en los hospitales sigue más abierto que nunca. Habrá que hacerle pagar a la burocracia sindical el costo político de este desenlace que redundará en una mayor sangría de profesionales en los hospitales, teniendo en cuenta que con sus pares en CABA, existe una diferencia de al menos el 30% y ni que hablar con los privados.


Hay que reforzar a Tribuna de Salud, la única organización dentro de Cicop que batalló desde el principio por la profundización de las medidas para lograr el 40% de aumento.