Sindicales

29/9/2011|1196

Línea 60: Cinco días de paro en defensa de la organización gremial

Que la patronal y el ministerio cumplan el acuerdo

La huelga general de la línea 60 le ha puesto un freno objetivo a una brutal provocación patronal. Luego de los cinco días de paro con movilización y piquetes, a pesar de las agresiones y del accionar descarado de la patota de la empresa, se ha arrancado el compromiso del pago a cuenta de las sumas adeudadas, el reconocimiento al cuerpo de delegados votado por los trabajadores, el pago de los salarios adeudados a los delegados, el reestablecimiento de los cronogramas de trabajos mensuales y que los nuevos trabajadores que son de la zona sur tomen servicio en la cabecera de constitución y no en Maschwitz.

La contundencia de la medida logró abrir grietas dentro de la propia burocracia sindical. Hasta la propia cúpula de la CGT “metió la cuchara” ante el paro por tiempo indeterminado, para intentar ganarse un espacio entre los trabajadores.

Pero no sería la primera vez que se conquista un acuerdo sobre estos puntos y la empresa los incumple. Dota ha privilegiado, desde que asumió la dirección de Monsa, mantener un conflicto con los trabajadores, para lograr el objetivo de quebrar su organización.

Están pendientes aún cuáles van a ser las decisiones finales de la empresa sobre el ingreso de la patota y su ubicación en las cabeceras. Por lo pronto, esos elementos siguen hostilizando al cuerpo de delegados, lo que puede generar en breve una nueva medida de fuerza.

Los más de mil choferes de la línea 60 han realizado una fuerte demostración de fuerzas y están dispuestos a repetirla en defensa de su organización gremial. El monopolio del transporte, Dota, actúa con la abierta complicidad de la burocracia de la UTA: Fernández, su secretario general, es un virtual comisionista de los monopolios de Dota y Plaza. La huelga detuvo el intento de quebrar la organización obrera e imponer un régimen de explotación extrema al conjunto de los trabaja-dores. La organización independiente ha sido la garantía de la resistencia a los embates patronales

Hay que rodear de solidaridad a los choferes de la 60 para enfrentar nuevas provocaciones y la posibilidad de nuevos incumplimientos de la empresa que cuentan siempre con la abierta complicidad del Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Transporte, que han sido cómplices de los atropellos al conjunto de los trabajadores de 1a línea.

Fuera la patota de la 60.