Sindicales

1/8/2002|765

Clínica Junín de los trabajadores

Desde hace dos meses la Clínica Junín de Córdoba está funcionando por la acción y gestión de sus trabajadores.


El conflicto empezó hace ya casi cuatro meses, con una lucha contra el atraso salarial (que en ese momento alcanzaba los 10 meses). La patronal había vendido la Clínica a un grupo que no se hacía cargo de la misma. En esa tierra de nadie, los atrasos salariales se acumulaban, así como las deudas con los proveedores. Mientras tanto se sacaba de la Clínica la aparatología e infraestructura. Los trabajadores entonces ocupan la Clínica, lo que motiva telegramas de despido para todos. Finalmente, hace dos meses los trabajadores deciden ponerla en funcionamiento (en su primer nivel: consultorios externos, guardia y enfermería).


La lucha da resultados


La acción de los trabajadores permitió poner en limpio varios hechos; en principio, el carácter trucho de la venta y la legalidad de la “vieja” patronal con relación a sus trabajadores y al funcionamiento de la Clínica. También se logró que el Ministerio de Trabajo rechazara los despidos. La burocracia de Atsa dejó el conflicto al garete.


La acción de los trabajadores de la Clínica ha adquirido una gran popularidad. Una delegación de la Junín participó de la Segunda Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, así como de la Asamblea Provincial convocada por el Bloque Piquetero en Córdoba. La delegación de la Junín estuvo presente en todas las movilizaciones obreras y populares de los últimos meses, en las jornadas contra la represión en el Puente Pueyrredón, etc. Esta movilización ha impedido una orden de desalojo.


Una clínica obrera


Los trabajadores reclaman que la Clínica sea estatizada y funcione bajo su control. La propia lucha les planteó la necesidad de reabrirla con condiciones que aún consideran precarias (se trata sólo del primer nivel).


Los compañeros encararon la siguiente perspectiva: sostener el fondo de huelga y tener una política de salud para la población que carece de obras sociales.


La Clínica funciona con un arancel reducido, en clínica médica y 14 especialidades de consultorios externos, más el servicio de laboratorio. Pero esto no alcanza para salarios y servicios públicos (luz, gas, teléfonos), por lo cual ha n lanzado una campaña para firmar convenios con los sindicatos para atención de sus afiliados o el “apadrinamiento” por parte de los primeros de un grupo de desocupados.


El sostenimiento de la lucha de la Junín es vital, ya que las posibilidades de un servicio privado de salud están cuestionadas por la actual situación, las obras sociales están en quiebra y la mayoría de la población carece de servicio de salud por estar fuera del circuito laboral, lo que ha llevado al abarrotamiento de hospitales y dispensarios (justo en el momento en que los gobiernos reducen los presupuestos de salud). Es por ello que la lucha de los trabajadores de la Junín tiene un carácter estratégico. El Estado provincial tiene la obligación de hacerse cargo económicamente de la Clínica. En esto consiste el reclamo de estatización bajo control de los trabajadores.


Perspectivas


Los compañeros de la Junín han avanzado mucho en el terreno de verificar su capacidad. Primero, la Clínica fue reabierta y hoy presta un servicio; segundo, porque conscientes de que la privatización de la salud y el gerenciamiento de las obras sociales han sido los motivos del derrumbe de la clínica y del sistema de salud, se han aliado con los trabajadores y desocupados y ponen la Clínica al servicio de éstos.


Los trabajadores de la Clínica Junín quieren avanzar en lograr la expropiación del edificio, el pago de las deudas salariales y la cancelación de la deudas con proveedores a cargo de los antiguos administradores, que deben responder con su patrimonio, ya que la Clínica entró en cesación de pagos por el retiro permanente de fondos por parte de los dueños de la sociedad.


Las perspectivas de la Clínica Junín están íntimamente ligadas al desenvolvimiento de la lucha obrera en la presente crisis. La unidad con el conjunto de empresas y fábricas que hoy funcionan por la acción de sus traba jadores y con el movimiento piquetero y las Asambleas Populares, es el punto de partida para lograr esos objetivos.