Sindicales

4/8/2008|890

Comenzó la resistencia de los ferroviarios

Metropolitano implementa boleterias automáticas y molinetes


Definitivamente, Taselli ha declarado la guerra a los trabajadores. No sólo planea despidos masivos en Parmalat sino que también inició el ajuste en la ferroviaria Metropolitano.


 


Además de despedir trabajadores tercerizados de Servicio Express, quienes cumplen funciones de limpieza de coches en cabeceras y Depósito Llavallol, ha comenzado a incorporar máquinas expendedoras de boletos. Una boletera automática funciona en La Plata y se han instalado 8 más en Plaza Constitución. El plan piloto incluye las estaciones Lanús y Lomas de Zamora, y se complementará con molinetes de acceso a las plataformas. Ambas medidas apuntan a reducir la evasión y, fundamentalmente, trabajadores.


 


No hay inversión para reparación de vías ni para mantenimiento de formaciones; no hay dinero para facilitar accesos a los discapacitados ni agua potable al personal, pero sí lo hay para eliminar puestos de trabajo. Esta intención provocó la reacción airada de una parte de los boleteros, quienes iniciaron un movimiento para que la empresa retire las máquinas e incorpore más trabajadores.


 


Prensa Obrera habló con el boletero León Frid, un compañero que integró la Lista Bordó impugnada en las recientes elecciones de seccional. Nos dijo: “La implantación de máquinas automáticas expendedoras de boletos llegó a nuestro conocimiento luego de 3 meses de que se hubo puesto en funcionamiento la primera en la estación de La Plata. Cuando llegó esta novedad a oídos de los compañeros del ramal Quilmes, surgió la iniciativa de solicitarle una reunión al delegado Candia, quien se negó argumentando que este tema ya estaba arreglado entre el sindicato y la empresa en el año 2002, por lo que no había nada que conversar”.


 


“Obviamente, no nos satisfizo dicha respuesta y nos propusimos juntar firmas para quebrar la resistencia de los delegados. Como resultado, arrancamos una reunión en la delegación de la UF en Temperley. En esta reunión, la Comisión de Reclamos reitera su postura de dejar a la empresa que haga lo que le plazca. El delegado Arias manifiesta que ‘la empresa, si quiere poner 50 máquinas, que las ponga. Nosotros no vamos a decirle qué es lo que tiene que hacer. Sólo tenemos que preocuparnos por nosotros’. A lo largo de la reunión se repetía la misma tesitura, lo que llevó a que un compañero boletero se levantara de su asiento increpando a los miembros de la Comisión de Reclamos a los que les manifestó que ‘no vinimos a este lugar para que ustedes nos den las excusas que pone la empresa. Estamos acá reunidos porque no queremos las máquinas bajo ningún punto de vista y, por lo tanto, siendo ustedes el organismo de defensa de los trabajadores, mal que les pese tendrán que cumplir con lo que les estamos exigiendo’. Luego tomó la palabra nuevamente Arias, diciendo ‘que ellos no iban a hacer lo que les digamos veinte personas’, o sea que no iban a tener en cuenta lo que exigíamos la totalidad de los presentes.


 


“Esta negación se repitió durante casi dos horas, por lo que decidimos dar por terminada la reunión y comenzamos a juntar firmas en un petitorio con el siguiente texto: ' Se pide el urgente retiro de las máquinas expendedoras automáticas de boletos, debido a que hacen peligrar nuestra fuente de trabajo, siendo éste el único ingreso que poseemos para el sostén de nuestras familias. Como se viene observando durante los últimos años y acentuando cada día más la falta de personal de este sector, se exige que en lugar de instalar máquinas automáticas expendedoras de boletos, sabiendo las consecuencias nefastas, negativas y de exclusión que este tipo de accionar ocasiona al trabajador, se implemente mayor mano de obra humana. Requerimos una satisfactoria respuesta ante este justo reclamo y que se tomen las medidas correspondientes'. Una vez más queda demostrado de qué lado del mostrador se colocan los que tendrían que representarnos haciendo que se respeten nuestros derechos, pero no esperaban encontrarse con esta enérgica respuesta de los trabajadores.”


 


Al cierre de esta edición, más de 250 firmas de la especialidad confirmaban la rotunda negativa de los boleteros a las máquinas. Es el inicio de una campaña de clarificación a todos los compañeros para que los 2.300 ferroviarios del Roca se pronuncien por el retiro de las boleteras.