Sindicales

1/5/2020

Comercio firma su pacto antisalarial

Se aplica en el principal gremio el recorte que acordaron el gobierno, la UIA y la CGT.

Cuando falta menos de una semana para cobrar abril, la Federación de Empleados de Comercio dirigida por el octogenario Armando Cavalieri firmó con la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) y otras entidades patronales una serie de suspensiones no remunerativas del 75% del salario.


Toma forma así en el principal gremio del país, que nuclea a más 1.200.000 afiliados, el pacto contra el salario que la CGT y la UIA firmaron con aval presidencial en la Casa Rosada. Como ya denunciamos, la patronal termina pagando un promedio del 60% del salario, porque el cálculo para el descuento se hace sobre el neto. La burocracia sindical se garantiza la cuota sindical y el aporte a la caja de la obra social (como fija el acuerdo en su artículo 4).


Como estas son las empresas que fueron cerradas por la cuarentena -y por ende pueden demostrar una caída de su facturación- y tienen plantas menores a los 800 empleados, entran el programa de la Anses que subsidia el 50% de los salarios. De esta manera, estas patronales se aseguran, a días de la fecha de pago, tener que poner solo entre el 10 y el 20% de las remuneraciones. Mientras, como quedan exentas de los aportes al régimen previsional, siguen saqueando los fondos de la Anses.


Mientras entrega el salario “pyme”, el sindicato hace la vista gorda frente los atropellos de las grandes patronales de supermercados y mayoristas, cuando la facturación de ellos ha aumentado un 50% con la cuarentena, generando una sobreganancia. El cierre en las pymes y de más de 200 “chinos” ha redundado en negocio “híper” concentrado. Cencosud, Carrefour, Coto y compañía están amasando fortunas.


Frente a esta situación se fue extendiendo, a través de delegados de base independientes y de agrupaciones de base (pero en la órbita de la oposición moyanista) el reclamo de un bono de 20.000 pesos. El Ministerio de Trabajo intervino  y el sindicato firmó un acuerdo por 5.000 pesos que se incorporan al ítem del presentismo.


Las condiciones de higiene y seguridad de los trabajadores también están siendo avasalladas. La actividad se ha vuelto insalubre, porque no hay protocolos, no hay control de temperatura a los clientes que ingresan, no es generalizada la presencia de kits sanitarios ni elementos de protección para los cajeros. Incluso cuando se cierran sucursales donde se confirman casos de covid-19 entre los trabajadores el sindicato se pone del lado patronal, como se vio con el “opositor” Ramón Muerza junto a Alfredo Coto reclamando contra una clausura en la Zona Oeste del Conurbano semanas atrás.


Entre los trabajadores de los súper crece la deliberación, el reclamo por el bono de 20.000 para todos, la reducción a seis horas de la jornada laboral para reducir la exposición de la salud y el cuadro de estrés, sin afectar el salario, y los reclamos por kits, mamparas de protección y un protocolo sanitario.


En este cuadro, se formó recientemente una agrupación de empleados comercio de la Coordinadora Sindical Clasista de la Ciudad de Buenos Aires, para luchar contra la entrega del salario y de los derechos laborales.


Cavalieri no tiene mandato para entregar a los trabajadores. Reclamamos la convocatoria a un plenario de delegados con mandato, para pelear por la anulación del convenio con la CAME, por el bono de 20.000 y para poner en pie comisiones electas en cada lugar de trabajo para garantizar condiciones de seguridad e higiene. Planteamos que se abran los libros de las empresas y se aplique un impuesto extraordinario a las sobre ganancias para financiar el bono y el 100% de los salarios de todos los trabajadores de comercio.