Sindicales

13/10/2011|1198

¿Cómo frenamos la ofensiva de la “coalición” Macri?

19 de octubre: Plenario Interhospitalario en el Gutiérrez

El gobierno de la Ciudad ha resuelto el despido de Rubén Slipak, genuino director del Centro de Salud Mental Nº 3 Arturo Ameghino. Slipak fue desplazado, luego sumariado y ahora cesanteado. Es difícil encontrar, rastreando hacia atrás, otro despido de un profesional de planta en los hospitales de la Ciudad desde la dictadura militar.

En marzo de 2008, el gobierno PRO anunció un plan de salud mental que se proponía, como punto de partida, el cierre de los hospitales neuropsiquiátricos Borda y Moyano. La inmediata y contundente movilización de los trabajadores acabó con estos planes. Poco después, Macri pidió la renuncia de los directores de tres hospitales monovalentes -Moyano, Tobar García y Ameghino- nada menos que por “cuestionar” el plan de salud anunciado. Otra fuerte movilización y una resolución judicial lograron que el doctor Slipak, ex director del Ameghino, fuera mantenido en su puesto por un tiempo más.

Luego de ambos traspiés, el gobierno no cambió sus propósitos, pero sí los medios para lograrlo. Todo el sistema de salud, particularmente la salud mental y el Ameghino, ha sido sometido a una ofensiva implacable y continua. Quien conozca la historia del Borda y del Moyano deberá rendir un homenaje a sus trabajadores, quienes han defendido a los pacientes de su derivación hacia las clínicas privadas o hacia la nada. Aun así, estos hospitales tienen hoy un 30% menos de pacientes que hace tres años. El Ameghino ha sido otra víctima de esta ofensiva. El “plan” PRO es el cierre del hospital. Prohibió que los becarios (es decir, quienes terminaron su formación allí y finalmente consiguieron una beca) siguieran desempeñándose en la institución. Los nombramientos logrados no se efectivizan, invocando cualquier disparate. Los medicamentos escasean más que nunca. El despido de su director, elegido por los trabajadores, es la coronación de este ataque y es el intento de quebrar la resistencia que ha librado el Ameghino contra el agente de la “patria” inmobiliaria y contratista: Mauricio Macri. Debe recordarse la histórica “sentada” con la que los trabajadores de este centro impidieron que asumiera la directora puesta por el gobierno.

Este ataque se da en paralelo con la confiscación de una parte de los terrenos de los hospitales Borda y Moyano para destinarlos a la construcción de la Jefatura de Gobierno, lo que significa instalar una cabeza de playa para su destrucción total. Desde el momento del anuncio -y no por casualidad- la valorización inmobiliaria creció en la zona en un 50%.

Este ataque se da en paralelo con el intento de destrucción de las juntas de calificaciones elegidas por los docentes, una conquista histórica plasmada en su estatuto, con lo que se pretende dar paso al “salario por mérito”; con el despido de los trabajadores del Colón y el intento de regimentación de los centros de estudiantes.

¿De dónde saca fuerza el gobierno PRO? De su elección masiva, dirán algunos. ¿Pero acaso Macri hizo campaña diciendo que iba a destruir los hospitales psiquiátricos o a despedir a los profesionales enfrentados a su “plan”? Naturalmente que no. Macri saca fuerza de la coalición de derecha que se ha formado en la Legislatura entre el PRO, la Coalición Cívica y los restos del Peronismo Federal, pero además de la política de compromiso del gobierno CFK, cuyas expresiones han dejado correr el plan de destrucción de la salud y han armado una tregua frente a la ofensiva sobre la junta de calificaciones docentes.

No es el único “gesto” de convivencia. El gobierno PRO extendió por cuatro años el convenio de juego entre la Ciudad y la Nación, lo que beneficia al “empresario” K Cristóbal López. El soterramiento del Sarmiento, relanzado a través del fideicomiso puesto en marcha por el gobierno nacional, tendrá como principal beneficiaria a IECSA, la empresa de Angelo Calcaterra, corazón de la “Casa Macri”, la que recibió la adjudicación a través de un decreto del gobierno K. Federico Pinedo, jefe parlamentario del PRO, acaba de considerar el Presupuesto 2012 como “más serio que el del año pasado” (El Cronista, 28/9) lo que alude, entre otros puntos, al aumento de tarifas en ciernes.

¿Cómo?

Una reciente y masiva asamblea de los hospitales Moyano y Borda condenó mayoritariamente la confiscación de sus terrenos por el gobierno, la tercerización del mantenimiento y la destrucción sistemática del sistema de salud mental, pero no produjo ninguna medida de lucha.

Allí, las compañeras de la Asociación de Profesionales del hospital Gutiérrez llamaron a UPCN, ATE, Sutecba y demás organizaciones a confluir en el plenario interhospitalario de trabajadores de la salud convocado para el miércoles 19 de octubre en el Gutiérrez para, como dice la convocatoria, “unir todos los reclamos y actuar juntos”.

Al pliego de reclamos, encabezado por la exigencia de reabrir las paritarias y un mínimo salarial, debe incorporarse no sólo la reincorporación del doctor Slipak, sino su reposición como director.

Llamamos a debatir el programa reivindicativo presentado por las organizaciones convocantes al plenario del 19 y a impulsar, donde se pueda, asambleas que voten mandatos y elijan delegados. Llamamos a debatir e impulsar un paro y una movilización en defensa de la salud pública, como inicio de un plan de lucha. A poner “en estado de asamblea” cada hospital y cada centro de salud. A ser conscientes de que podemos quebrar el brazo del gobierno, a condición de dar una organización a los miles y miles de trabajadores que soportan la ofensiva actual.