Sindicales

31/12/2016

Cómo sigue la lucha de Educación

Tres mil despidos en juego.


En la tarde del viernes 30, la asamblea de ATE Educación votó levantar la ocupación del edificio de la avenida Santa Fe y continuar la lucha con una asamblea el lunes 2 por la mañana, donde se definirán pasos a seguir. Los trabajadores enfrentamos 3000 despidos que pretende imponer el autoproclamado “gerente de Recursos Humanos” Esteban Bullrich. Semejante cifra surge a partir del intento de echar a 400 compañeros que cumplen funciones en las sedes ministeriales, y a 2600 tutores virtuales de cursos de formación docente que el gobierno busca desmantelar (ver Ajuste en educación , cierran los pos-títulos docentes nacionales).


La toma del Ministerio se había colocado en el centro de la escena nacional, como primera gran reacción de los estatales frente a una intentona de despidos masivos. No es casualidad: pocos días antes, la ocupación que protagonizaron los jóvenes científicos precarizados del Conicet obtuvo un resonante triunfo. En este contexto, se corrió la cancha incluso para la burocracia: mientras con la tanda pasada de despidos las mociones alternativas eran la ocupación o medidas inocuas de la dirección del sindicato, ahora se discutió entre irrumpir en Pizzurno o la sede de avenida Santa Fé.


Límites


Sin embargo, la burocracia Verde y Blanca (K), que dirige tanto la seccional Capital como la Interna de Educación, maniobraron desde un principio para neutralizar el alcance de las medidas. En primer lugar, imponiendo por la vía de los hechos que la ocupación fuera en Santa Fe antes que Pizzurno, centro político del Ministerio. Luego, ocultando información o, en su defecto, no actuando para conseguirla: ¿es posible que sigamos al día de hoy sin conocer el listado de despedidos? Esta incertidumbre genera desconcierto e impide la organización de una comisión de cesanteados–algo funcional a que la burocracia tenga la manija. El punto central, no obstante, es que la Verde y Blanca operó por el levantamiento de la ocupación desde un principio, debilitando su carácter y desligándola de la conquista de las reivindicaciones.


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Tribuna Estatal sostuvo que había que seguir el ejemplo del Conicet, que ilustraba como nunca la viabilidad de una ocupación indeterminada hasta obtener las reincorporaciones. Lo primero debía ser la convocatoria de un paro del gremio, algo que la Verde y Blanca ni siquiera llamó a escala del Ministerio. Gran parte del activismo acompañó el planteo de la burocracia de pasar a un “cuarto intermedio” (un eufemismo para levantar) a cambio de una reunión el lunes con la patronal -en el marco de negociaciones poco claras- y del supuesto pago a los tutores en enero –no figura en ningún acta.


UPCN, que ha sido gestora de los despidos en el Estado durante todo el año, asegura haber conseguido “200 reincorporaciones” y estar negociando 180 más. Esto solo fue comunicado tras la toma de ATE y un cese de tareas de UPCN –o sea tras medidas de acción. 


Cómo seguir


El macrismo y la coalición del ajuste buscan descargar la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores, lo cual incluye el despido de miles de estatales. La respuesta de los trabajadores puede frenarlos, como se vio en el Conicet, pero enfrentamos una ofensiva de vasto alcance sin preparación, como consecuencia de la complicidad de la burocracia sindical –en ATE hace meses que no existe siquiera un plenario de delegados, a pesar de este desenlace cantado. 


Tribuna Estatal plantea deliberar sin demora en todas las dependencias, para unificar las luchas contra los ataques que se están dando, preparando la ocupación de los lugares donde se produzcan despidos. En Educación, está claro que vivimos un primer round: la lucha continúa porque la crisis no ha sido resuelta, y debemos superar el corsé que la burocracia pretende imponernos.