Compañia Metropolitana: Aberrante explotación a choferes

Hay que pararle la mano a los despidos y el trabajo esclavo

La Compañía Metropolitana (perteneciente al grupo yerbatero Las Marías-Rosamonte) se ha quedado con el paquete accionario de varias empresas del transporte. En algunos casos con métodos fraudulentos, apretando a accionistas que no quieren vender y con patotas rentadas por ellos, como fue el caso de la 182.


Los compañeros denuncian despidos masivos. En la mayoría de los casos, sin pagarles un solo peso, ya que muchos de ellos estaban en negro. A los compañeros que no aceptan las nuevas condiciones de superexplotación se los obliga a arreglar, por sumas insignificantes.


La nuevas condiciones son el trabajo a destajo de 14 a 16 horas diarias, con pérdidas de francos y feriados, por sumas fijas y en negro que va de 1.500 a 2.500 pesos mensuales, según la disposición a dejar la vida sobre el colectivo. Las condiciones de trabajo son brutales, sin esperas y sometidos a tremenda persecución los compañeros que se enferman. A ellos se les descuenta el día, aunque presenten certificados médicos.


Explotadores, corruptos e inescrupulosos, cuentan con la complicidad de los organismos de control del Estado (ministerio, CNRT). Los delegados que representan a la conducción de la UTA terminan arreglando y se borran de las cabeceras, y dejan pasar todo eso. No convocan a ninguna asamblea, ni toman ninguna medida para resistir las condiciones de esclavitud impuestas por la empresa. Repudiamos el accionar cómplice de la UTA.


Los usuarios desconocen el peligro que significa utilizar un servicio público de pasajeros donde las condiciones de trabajo son tan brutales. Los últimos accidentes fatales demuestran que el Estado no resguarda la vida ni la integridad de la población que masivamente viaja en transporte público. Para pararle la mano a la patronal Metropolitana, tenemos que organizarnos desde abajo.


Exijamos la urgente convocatoria a asamblea de trabajadores, con corte de servicio, para organizar la resistencia a los despidos y las condiciones de explotación impuestas.