Los profesionales residentes y concurrentes de la Provincia de Buenos Aires realizaron el viernes un paro provincial y protagonizaron una masiva movilización hacia la Gobernación, en La Plata, para reclamarle a la gobernadora saliente María Eugenia Vidal que los atienda y dé respuestas ante la crítica situación laboral que atraviesan.

La reanudación del conflicto de los residentes y concurrentes bonaerenses cobró impulso luego del paro de una semana que realizaron sus colegas de Capital, tras lo cual obligaron a que Rodríguez Larreta diera marcha atrás con la ordenanza precarizadora. Con la medida, dejaron en claro que sin residentes no hay atención en el hospital público. Su categórico triunfo tuvo gran repercusión en los hospitales bonaerenses.

Los profesionales de la provincia se movilizaron en el cuadro en que se está discutiendo un reglamento, el cual -si bien algunos de sus puntos son apoyados por el gremio CICOP- fue fuertemente cuestionado por la asamblea de residentes que se reunió luego de la marcha frente a la Gobernación. Los principales reclamos se centran en terminar con las guardias gratuitas que llegan hasta las 36 horas, fijar un límite a la jornada laboral y un aumento salarial. La jornada debió vencer la reticencia de las autoridades de los hospitales.

Los compañeros de Tribuna de Salud pusieron a debate la propuesta de exigir una jornada laboral de 8 horas de lunes a viernes, la remuneración de las guardias según el año de la residencia, una reducción del número de guardias a medida en que se avanza con la residencia, un descanso semanal de 24 horas corridas y un franco al día siguiente de cada guardia de 24 horas.

Al finalizar la asamblea, los residentes votaron la convocatoria a nuevas medidas de fuerza para las próximas semanas, organizando asambleas en todos los hospitales y un nuevo paro con movilización para el jueves 19 de diciembre, nuevamente a La Plata, para reclamar ser atendidos por Axel Kicillof y presentarle estas demandas.

Los hospitales se encuentran en un estado deplorable, y solo se mantienen por el esfuerzo de quienes trabajan, poniendo en riesgo su propia salud. Los miles de residentes se movilizaron recibieron a su paso aplausos y bocinazos de apoyo de la comunidad que los alentaba a no aflojar, en reconocimiento a esa labor cotidiana.

El triunfo de Capital ha fortalecido el espíritu de lucha de los residentes y de todos los trabajadores de la salud. ¡Adelante!