Sindicales

6/6/2002|757

Con los municipales: Fuera Kammerath, Asamblea Constituyente

La escena se repite y el fantasma del 19 de diciembre reaparece.


Al igual que en los días del “Argentinazo”, los municipales coparon el Palacio Municipal para exigir la rescisión del contrato con Tecsa, una empresa creada por Riutort (esposa del gobernador) y Cía. encargada del cobro de impuestos y de poner en marcha el “municipio digital” (una variante para despedir empleados). El contrato con Tecsa derivó en escándalo con denuncias de cobro con irregularidades, con proveedores enfrentados que reclaman equipos, etc., y con la propia Tecsa reclamando resarcimientos econ ómicos frente a la descomunal caída de la recaudación municipal.


Lo que habría podido ser sólo una lucha entre mafiosos, cobró estado público y adquirió otro carácter con la irrupción del gremio municipal, que se movilizó a lo largo de la semana y que en una multitudinaria asamblea (31/5) decidió un paro activo y un plan de lucha. (La caracterización de mafia no es gratuita: el jueves por la madrugada la casa del delegado de los empleados de Recursos Tributarios, Ariel Quiñones, fue baleada.)


Los municipales abren paso al conjunto de la población trabajadora de la ciudad. Si hay una lucha popular en Córdoba es aquella que enfrente a Kammerath. La ciudad está totalmente destruida: no funcionan los dispensarios (lo que ha motivado movilizaciones, ocupaciones y cortes de calle por parte de vecinos, empleados y organizaciones piqueteras); el sistema de transporte está quebrado, hay 500 choferes que viven del subsidio municipal y las empresas reclaman un boleto de 1,10 pesos para un servicio inexistente; toda la infraestructura vial está destruida; la ayuda social no existe, y así con todo en una ciudad donde la desocupación, la caída de la producción y la miseria baten récords.


El plan de lucha de los municipales y la próxima Asamblea Piquetera son una oportunidad para poner en pie asambleas en todos los barrios y establecer un frente común de lucha. Hay una consigna que resume la voluntad popular y abre un camino a los reclamos populares: que se vayan Kammerath, los concejales y funcionarios y se proceda a reorganizar la ciudad en una Asamblea Popular Constituyente; la caída de Kammerath a manos del Concejo Deliberante (como plantea un sector del PJ) o el juicio político del Frepaso y el ARI es sólo un recambio de mafias.


Por la salud, por el transporte, por el trabajo: Fuera Kammerath, Asamblea Popular Constituyente.