Sindicales

20/11/2014|1341

Con un bloqueo a la planta, sigue la lucha en Lear


El viernes 14 se realizó el bloqueo de los portones de Lear; una acción que afectó a más del 50 por ciento de la producción de la planta. Hubo un despliegue de la infantería de la Bonaerense, sencillamente impresionante, que pretendió evitar que se concrete el bloqueo. Una vez más, la policía de Scioli mostró qué intereses defiende.


 


Una importante cantidad de trabajadores decidió no ingresar (lo hicieron unos 150), pese a la presión de la burocracia, que durante todo el día se dedicó a denostar a los despedidos y a asegurar el ingreso. En esta línea de carneraje prepara para fin de mes una movilización “en defensa del modelo industrial”, en “defensa de las fuentes de trabajo”. Pignanelli impulsa la candidatura de Oscar Romero, del Smata y actual diputado, para secundar a Diego Bossio, de la Anses, en la gobernación de Buenos Aires.


El 'modelo industrial' es el que le permitió a la patronal de Lear importar mazos de cables desde Honduras y Filipinas a fin de quebrar la lucha de los trabajadores. Es la defensa del modelo de las 15 mil suspensiones y los 500 mil despidos, entre los cuales se cuentan los 35 trabajadores de Lear que todavía siguen en el acampe.


 


Urgida por poner fin al conflicto en las afueras de la planta, la empresa ha reforzado la oferta de indemnizaciones, sabiendo de las enormes dificultades económicas que atraviesan los compañeros.


 


Por otro lado, la patronal está buscando el ingreso de trabajadores nuevos, a quienes aplica una cláusula que reduce el salario actual al 40 por ciento de los de mayor antigüedad por dos años. Esta cláusula es precisamente la que rechazó la comisión interna y que le valió el apoyo mayoritario y el triunfo en la elección de hace dos años por más del 70 por ciento de los votos. Ahora vuelve con el aval de la burocracia del sindicato. Los puestos que según Pignanelli se crearán, una vez cerrado el conflicto actual, implicarán la desvinculación de todo el antiguo personal y su reemplazo por nueva mano obra flexibilizada.


 


Por estos días, tendrá lugar una 'asamblea' que el Smata prepara para desafiliar a los delegados legítimos. Será una mancha más en el cuerpo de esta burocracia entreguista y propatronal, que la clase obrera barrerá más temprano que tarde.