En el último congreso de la Conadu (17 y 18 de marzo) quedó claro, a través de las propias intervenciones e informes de todos los delegados, el descomunal ataque del gobierno a las universidades nacionales, reduciendo aún más el escaso presupuesto, despidiendo docentes y no docentes y manteniendo la miseria salarial sobre los trabajadores universitarios.

Cien compañeros, entre despedidos y con cambio de categoría en Comahue, 8 despedidos en Luján, 150 forzados a aceptar el retiro voluntario en San Juan, 3 despedidos de la Comisión Interna del CBC en la UBA. Persecución penal contra la secretaria de Organización y miembro de la dirección de Conadu, Silvia Mansilla. Amenaza de no renovación de los contratos a los no docentes. Nueva Ley Universitaria. Es evidente que en los planes del gobierno está presente golpear a todas las universidades nacionales sin distinción.

Por esto, muchos delegados insistimos en la importancia de la respuesta de la Conadu y señalamos que la única manera de hacerle frente a la política de descentralización que pretende imponer el ministerio de economía y el de educación, y defender a los docentes del despido, era votar una medida contundente, de todo el gremio que, por supuesto, no podía contemplar medidas aisladas o por universidad.

Sin embargo, en la votación del plan de lucha se impuso la moción de un miembro de la mayoría de la mesa ejecutiva de apoyar las medidas que realice la FUA en marzo y 48 horas de paro (6 y 7 de abril), resolviendo la continuidad del plan de lucha en un nuevo congreso recién el … 28 y 29 de abril.

Lo que se insinuó en el congreso anterior ahora quedó más claro: la adaptación a la política de descentralización del gobierno por parte de la dirección de la Conadu (mayoría de la mesa ejecutiva) y su incapacidad para llevar al gremio a una situación que le permita enfrentar el feroz ataque que se está llevando a cabo.

Por esto, la Lista Naranja, integrante del Frente Gremial Docente (lista opositora a la actual conducción), llama a organizar en cada universidad a todos los compañeros y a abrir la discusión sobre la necesidad de poner en pie al gremio, como única posibilidad de defender a la universidad pública. Utilicemos el paro del 6 y 7 en este sentido.