Para el próximo 23 de junio la Conadu ha convocado a una Marcha Nacional que culminará en la Capital Federal frente al palacio Pizzurno. Desde el jueves 22 habrá un paro nacional docente universitario. La iniciativa, planteada con anterioridad a las últimas medidas, reclama contra los recortes al salario (incumplimiento del Plan Plurianual de Recomposición Salarial), por un cargo testigo de 700 pesos, por un aumento integral a los docentes preuniversitarios equivalente al ‘incentivo’ acordado con los secundarios a fines del ‘99 y por el inmediato incremento del presupuesto universitario. Por último, se exige el levantamiento de la intervención de la Conadu, decretada por el gobierno de De la Rúa.

Esta intervención cuenta con el apoyo apenas disimulado de las gremiales dirigidas por elementos de la Alianza afines al CIN (Consejo de Rectores). A fines de 1998, tomaron la iniciativa de dividir al sindicato universitario con la complicidad de las gremiales dirigidas por Izquierda Unida. Los integrantes de esta ‘Conadu’ se han integrado al gobierno en algunos puestos jerárquicos de los ministerios de Educación y Trabajo.

En relación al presupuesto, Llach anunció que habrá de hecho una rebaja del orden de los 40 millones de pesos. Aunque dijo que se obtendrán de la liquidación de algunos fondos que maneja el ministerio y de una contribución ‘voluntaria’ de rectores, decanos y secretarios, se trata de un chantaje para que se avengan a impulsar las ventas de servicios y los convenios que llevan a la privatización de las casas de estudio.

De hecho, el presupuesto oficial ya ha llevado al colapso el funcionamiento de las Universidades, muchos de cuyos institutos y facultades sólo permanecen abiertos gracias a recursos de emergencia como el no pago de los aportes patronales y los recursos extrapresupuestarios provenientes de la mercantilización de diversas actividades.

Ante esta situación terminal, los docentes del Partido Obrero (con posiciones dirigentes en Buenos Aires, La Plata y Neuquén) tuvieron un papel protagónico en el impulso al paro activo votado en el último Congreso de Conadu. Insistieron, además, en la necesidad de un plan de lucha y de un Congreso de Bases con delegados mandatados en asamblea para quebrar el divisionismo, la intervención y la política de miseria del gobierno aliancista. La Asociación Gremial Docente de la UBA, en particular, viene dando una sostenida batalla contra un sindicato trucho, montado por Shuberoff, que es el eje de la ‘Conadu’ oficialista en la cual milita IU. Es por esta batalla que los ‘ amarillos’ no han conseguido hacer pie en ninguna facultad importante. En el Congreso convocado para después de la movilización es necesario votar, en consecuencia, un plan sistemático para extender la movilización y preparar la condiciones para un movimiento huelguístico masivo.

 

Izquierda Unida: “Aunque la mona se vista de seda…”

Con mucha demora los dirigentes de IU que militan en el sindicalismo universitario acaban de publicar una solicitada ‘combativa’ que rechaza la intervención del gremio y el reciente paquete económico. Pero la solicitada nada dice de los sindicalistas de su ‘ Conadu’ integrados al elenco de Llach y De la Rúa, no llama al reconocimiento inmediato de la AGD de la UBA frente a las pretensiones del sindicato ‘amarillo’ que integra su ‘Conadu’, y desconoce concretamente la convocatoria al paro y marcha nacional del 22 y 23 de próximo. Desde luego, nada dice de la necesidad de marchar a la huelga general y a un Congreso de Bases. Han acomodado su declaración a la política de la ‘Conadu’ oficialista que integran con elementos del gobierno. “Aunque la mona…”.