Sindicales

20/6/2020

Conflicto en el Puerto de Buenos Aires

Una paritaria en crisis, a espaldas de los trabajadores.

El Puerto de Buenos Aires vive momentos de tensión debido a las negociaciones paritarias. En estos momentos, trabajadores estibadores se encuentran trabajando a reglamento en repudio a las negociaciones realizadas a espaldas del colectivo obrero, que suponen un ajuste en los salarios del conjunto de los portuarios. La empresa operadora TRP (Terminales Río de la Plata) le ha impedido el ingreso a los estibadores, supliéndolos en sus tareas con personal fuera de convenio, lo que alimenta aún más el conflicto.


Las negociaciones de las patronales, el gobierno y la Fempinra –federación que nuclea a la casi totalidad de sindicatos portuarios, salvo el Supa (estibadores)- debían tratar sobre la cláusula de revisión no abierta en marzo y la paritaria 2020/21 que comienza en junio. Las mismas concluyeron en un acuerdo de aumento del 10% en junio (no retroactivo a marzo cuando correspondía la revisión) y la incorporación discriminada de los $4.000 de “incentivo solidario” al básico (a efectivos si y a tercerizados por fuera). El reclamo del bono por la actividad durante cuarentena fue suprimido de un plumazo y la situación de los tercerizados, quienes cobran la mitad del salario que los efectivos, abandonada desde el vamos. La burocracia no se privó de presentar esto como una “paritaria anual del 40%”, cuando ni siquiera alcanza el 22% anualizado, ya que los aumentos fueron en cómodas cuotas y la paritaria rige de junio a mayo. En el mismo periodo la inflación ascendió a un 37% y la devaluación fue de un 50,13% -las empresas pagan en pesos pero cobran tarifas en dólares. El bono que ahora rechazan pagar se lo han cobrado mes a mes de los bolsillos obreros.


La otra gran entregada es la de la paritaria 2020/21 para la cual prevén un aumento del 10% en julio (no en junio como debe ser) y otra cláusulas de revisión fraudulenta recién para octubre.


El acuerdo es tan ruinoso que fue repudiado por la mayoría de la base obrera, la que, además, no fue consultada en ninguna instancia de las negociaciones. Siendo así que aún no aparece la firma del acuerdo y que gremios como el Supa se vieran obligados a negarse a firmar, bajo la presión de las bases.


Todas para las patronales


El puerto viene de una crisis de largo aliento debido al vencimiento de las concesiones portuarias y al proceso de licitación frustrado, lo que lleva a que las reivindicaciones de los trabajadores sean postergadas sistemáticamente por la burocracia, quienes apelan a la defensa de los puestos de trabajo como condiciones excluyente de todo debate.


La crisis de las licitaciones fue postergada por la prórroga de dos años ofrecida por el gobierno a las operadoras, sin pedir nada a cambio, siquiera la tan mentada estabilidad laboral. La burocracia asistió a todo este proceso encolumnada detrás de una u otra variante patronal.


El gobierno ha ido más lejos y en los últimos días ha resuelto un esquema de bonificación de las Tasas Generales de Uso del Puerto, lo que redunda en un nuevo beneficio económico a las navieras y operadoras. Mientras que los trabajadores no han recibido ni u bono por la tarea que desarrollan durante la pandemia.


La bronca de los portuarios


El descontento es mayúsculo e impacta con más fuerza entre los trabajadores tercerizados, que implican el sector más afectado por estas negociaciones ruinosas.


El lanzamiento de la Agrupación Clasista Naranja Portuaria ha servido para expresar una voz independiente, de los trabajadores, en toda esta crisis, impulsando la unión de los portuarios de distintos gremios saboteada por las rencillas entre las direcciones sindicales y la política patronal.


Entre los principales puntos reclaman una cláusula de revisión del 20% retroactiva a marzo; un bono de $20.000 por trabajo esencial en cuarentena; la equiparación salarial de tercerizados y efectivos, camino a la planta permanente y una paritaria 2020/21 que incorpora aumento y cláusula gatillo contra la inflación.


Las empresas pretenden seguir embolsando millones de dólares, aun a cuesta de la salud de los trabajadores, imponiendo condiciones cada vez más flexibles y gravosas. Por eso se extiende la deliberación y organización de los trabajadores Nos solidarizamos con la lucha de los portuarios por una salida independiente a la crisis que manifiesta el Puerto de Buenos Aires y por todos sus reclamos. Adelante compañeros.