Sindicales

18/5/2006|946

Conflicto en Siderar

La impunidad de los poderosos


En Siderar San Nicolás, un gran conflicto obrero sacudió la ciudad. Una marcha de casi 1.000 trabajadores recorrió el largo trayecto desde la fábrica hasta el local de la dirección de la Uocra de San Nicolás en reclamo de la reincorporación de más de 540 despedidos y de que se vayan los dirigentes. La dirección del Sindicato regional, como era de esperar, no se hizo presente ante el reclamo de los trabajadores.


 


El conflicto se había iniciado ante el reclamo de la Comisión Interna de la Uocra de un plus salarial (PPR) que se otorgó a casi todos los trabajadores de los distintos gremios que hay trabajando en Siderar (5.300 empleados directos y 4.000 que son contratados a través de otras empresas), con la excepción de los de la construcción. La empresa mantiene desde hace un tiempo una dura lucha con el cuerpo de delegados que ha sido elegido luego de descabezar la anterior dirección burocrática. La nueva Interna con medidas de lucha parciales obtuvo una serie importante de conquistas que la enfrentó a la patronal y también con la dirección del sindicato.


 


Primero se produjeron 127 despidos que terminaron en un dictamen del Ministerio de Trabajo de conciliación obligatoria. Al terminar la misma, la empresa, ayudada por un despliegue de centenares de policías bonaerenses despidió a 500 trabajadores más. Techint informó a los medios periodísticos que los despidos se debían a que “la Comisión Interna de la constructora de San Nicolás no garantiza la previsibilidad en la continuación de las obras” (La Nación, Economía, 6/5), justificando los despidos y culpando miserablemente a los trabajadores por la paralización de las inversiones.


 


Sin embargo, medios mejor informados alertan sobre el trasfondo de los despidos masivos. “La Bolsa argentina cerró el lunes en baja, golpeada por las siderúrgicas Tenaris, afectada por la caída en el precio internacional del crudo, y Siderar, luego de que presentara menores ganancias en el primer trimestre” (Agencia Reuter). Tenaris y Siderar son del Grupo Techint; las dos empresas integran hoy un holding regional con la mexicana Hylsa y Sidor, de Venezuela.


 


Tanto Tenaris como Siderar desarrollan una importantísima producción de tubos sin costura afectados a la industria petrolera; su producción, por eso, oscila al ritmo de los precios del petróleo. Para Techint, la actual crisis petrolera ha derivado en la postergación de la puesta en marcha del Alto Horno 2 de San Nicolás. Los 700 despidos son la resultante de la incertidumbre sobre el futuro del petróleo en la Argentina. La patronal de Techint ha decidido “desensillar hasta que aclare” paralizando momentáneamente un plan de inversiones acordado con el gobierno de Kirchner.


 


Como una ironía de la historia, días antes del conflicto visitó la planta de Siderar la ministra de la Producción bonaerense, Débora Giorgi. Sus declaraciones son imperdibles. “Es un dato muy alentador —dijo— que una empresa productora de insumos básicos para el mercado interno aumente su capacidad productiva en forma relevante, dado el importante monto de inversiones necesarias” (Pergamino virtual, 28/4). Claro que nada dirá la ministra sobre las 700 familias que quedaran en la calle.


 


La producción posiblemente también se vea afectada imp licando a los trabajadores de la UOM. A pesar de ello, la dirección del sindicato, liderada por el burócrata Brunelli, no se ha pronunciado ante las brutales cesantías de obreros que trabajaban en la misma planta. Pero la situación no da para mirar para otro lado. “Siderar, la mayor productora de acero plano de Argentina, cerró con una baja del 2,33 por ciento luego de que el viernes reportara una caída interanual de sus ganancias del 23,8 por ciento en el primer cuatrimestre por mayores costos operativos” (Terra USA Noticias, 8/5).


 


La patronal, negociando con la burocracia de Uocra y puenteando a la Comisión Interna, ha podido cerrar el conflicto quebrando el paro por tiempo indeterminado. Pero existe un gran malestar en la planta entre todos los trabajadores, ya sea de la construcción como de la UOM. Tuvo mucho eco un llamamiento realizado por los huelguistas a una acción conjunta de los gremios en la defensa de los despedidos que fue violentamente saboteada por los burócratas sindicales. En Siderar se ha abierto el debate sobre la tercerizacion, los contratos de segunda, el rol nefasto del llamado fondo de desempleo, y se está gestando una nueva dirección sindical que en la Uocra ha realizado una experiencia a fondo con la actual dirección.