Sindicales

3/12/2015|1392

Congreso de SUTEBA: Fracaso histórico


El XXIX Congreso Ordinario de Suteba sesionó luego del triunfo del macrismo. Un año antes, el último congreso ordinario había votado como Política Gremial una única medida: centrar todos los esfuerzos del Suteba en la campaña electoral del FpV, derrotar a la derecha y profundizar “el modelo”.


 


Con el ascenso de Macri, la burocracia sindical celeste también tuvo su fin de ciclo, iniciado en 2003, cuando colocaron al Suteba como furgón de cola del kirchnerismo.


 


El balance de la derrota concentró toda la atención del congreso, el más político de las últimas décadas. La discusión fue de alto voltaje, duró casi cinco horas. Hubo 58 intervenciones.


 


En la apertura, el secretario general Roberto Baradel reivindicó con vehemencia la decisión de la Celeste de apoyar la campaña electoral del FpV, de Aníbal Fernández, y de haber votado a Scioli. Acusó a la izquierda, especialmente a Tribuna Docente, de cómplice de la derecha por su voto en blanco. Pero ni el tono epopéyico ni consignas tales como “Ni un paso atrás” pudieron disolver el sentimiento generalizado de derrumbe que vivía la base celeste.


 


Como confesó Hugo Yasky, chocaron contra “un escenario distinto del que esperábamos” (Congreso CTA, 26/11).


 


Baradel pretende liderar la resistencia a Vidal


 


La derrota K socavó las bases del sindicalismo yaskista. Ello se evidenció en la dinámica que tuvo el congreso. La mesa, con Baradel a la cabeza, sin abandonar chicanas ni autoritarismos, permitió que la oposición multicolor se expresara.


 


Al finalizar su discurso de apertura, Baradel caracterizó que se venía una etapa de “resistencia”. Contradictoriamente al año y medio de parálisis y de paz social ofrendada a Scioli, planteó cerrar filas para “dar la pelea” y llamó a la oposición a la unidad. Anunció que convocaría a la Multicolor a una mesa de discusión para avanzar en esta dirección.


 


Las intervenciones de los congresales de Tribuna Docente demolieron el balance de la Celeste. Señalaron que el triunfo del macrismo era responsabilidad del falso progresismo kirchnerista que, luego de doce años de gobierno, había tomado en sus manos el programa completo de la derecha: paritarias a la baja, Chevron, pago serial de la deuda externa, devaluación de la moneda e inflación galopante, defensa de las patronales con la gendarmería de Berni para imponer despidos y suspensiones masivas, vaciamiento de la salud y de la educación, y el apoyo al ajustador más brutal de la provincia, cuando colocó al sindicato sosteniendo a Scioli, enemigo jurado de docentes, estatales, médicos, enfermeros, judiciales y trabajadores públicos en general. Denunciaron que la política celeste arrastró a miles de compañeros detrás de uno de los ajustadores que descargaría la crisis capitalista de la Argentina sobre los trabajadores y reivindicaron que los Suteba combativos fueron los únicos que defendieron la agenda de los trabajadores y el derecho de huelga.


 


Pero, en particular, caracterizaron que con la política que había llevado al fracaso al Suteba y que el congreso convalidó por mayoría, no había posibilidad alguna de desarrollar ninguna “resistencia” exitosa al ajuste de Macri y de Vidal.


 


Los congresales de Tribuna Docente exigieron que Suteba y Ctera repudien y enfrenten el juicio contra docentes y camioneros en Tierra del Fuego, y que se sumen a la Marcha Nacional contra el Ajuste en Educación convocada por las organizaciones docentes, estatales, estudiantiles y políticas combativas para el 3 de diciembre, justamente para enfrentar la política de Bullrich y Vidal.


 


Tribuna Docente rechazó el ofrecimiento de “liderazgo” de Baradel. El ejemplo de “oposicion” que declama ya lo conoccemos: es la paz social de cuatro años que le brindró la UTE celeste a Macri y a Bullrich en la Ciudad de Buenos Aires. El sindicalismo kirchnerista ya está planteando que sostendrá la gobernabilidad de Macri y Vidal.


 


 Lo que sí tomó Tribuna fue el convite de enfrentar el ajuste en la provincia. Pero con  un programa: salario igual a la canasta familiar; fin de la precarización educativa y laboral; defensa del Estatuto Docente, de las jubilaciones y del Ioma; defensa del derecho a huelga; no al salario por mérito y al presentismo; triplicación del presupuesto educativo. Con un método: plenario provincial de delegados de escuela con mandato. Y con un plan de medidas de fuerza progresivas hasta alcanzar los reclamos.