Conicet: precarización laboral y vaciamiento

El 10 de julio, delegados de Jóvenes Científicos Precarizados nos reunimos con el nuevo presidente del Conicet, Roberto Salvarezza. La reunión tenía el objetivo de presentar las reivindicaciones históricas de los becarios y de reclamar por la situación de los científicos expulsados del sistema público en la convocatoria 2011.


Los becarios de Ciencia y Técnica venimos reclamando desde hace años el reconocimiento como trabajadores, puesto que el propio Estado nos contrata en negro, sin derecho a obra social, sin aportes jubilatorios ni asignaciones familiares. Como en todos los casos de precarización laboral, esta condición le permite a la patronal despedirnos sin ningún costo, tanto durante el período de la beca como una vez que esta termina y el becario se presenta a una nueva convocatoria.


Salvarezza reconoció que no es posible reconocernos como becarios, porque luego "el Conicet no puede sostener el ingreso a planta permanente -carrera de investigador- de todos los que hoy son becarios". Tras argumentos academicistas de que no somos trabajadores porque el doctorado "es una etapa formativa" o de que es "una elección personal", se esconde la única explicación detrás de toda precarización: ahorrar plata, no pagando derechos y garantizando despidos gratuitos.


Esta política permitió la expulsión de más de 1.500 doctores del sistema científico en 2011. Altamente calificados, con cinco a siete años de trabajo fueron, literalmente, dejados en la calle.


Hoy, en medio de los rimbombantes anuncios por una nueva inauguración de Tecnópolis, el fracaso de la política científica del gobierno se muestra más claro que nunca. Salvarezza admitió que no sólo no se va a aumentar el presupuesto de becas para este año, sino que aún no han logrado garantizar la inserción en otros ámbitos.


La propuesta oficial de que los doctores expulsados deben insertarse en las nuevas universidades nacionales, en los municipios, hospitales o en las empresas, choca con la realidad: las universidades nacionales no tienen vacantes, los hospitales públicos están en estado de emergencia y la mayoría de los municipios se encuentra virtualmente quebrada.


La reunión con el nuevo presidente confirma que la salida a la crisis del sistema científico no vendrá de los funcionarios del gobierno. Los becarios, investigadores y personal de apoyo debemos organizarnos conjuntamente para evitar el vaciamiento del sistema científico público, y exigir el aumento y la reasignación presupuestaria, la reincorporación de los despedidos y la permanencia de todos los compañeros dentro de la investigación pública. Sólo mediante el debate y la organización de quienes trabajamos día a día en la ciencia podremos ponerla al servicio de los intereses populares y del conocimiento.