Sindicales

27/9/2017

Continúa el paro en Ingenio Ledesma

Una lucha cada vez más popular.


Una masiva asamblea de obreros del Ingenio Ledesma decidió continuar por 96 horas el paro iniciado a mediados de este mes, lo que llevará a 16 días continuos la huelga. La patronal no solo no se ha movido de la oferta paritaria, sino que ha suspendido las negociaciones frente al paro.


 


Los obreros reclaman obtener el acuerdo firmado por Fotia y los ingenios San Isidro y Río Grande, del 31%, lo que llevaría el salario inicial a $21.900. La patronal de Ledesma ofrece $20.000 de inicial y en cuotas… que se completarían recién en mayo de 2018.


 


Una nueva movilización, esta vez de más de mil personas, acompañó a los obreros en este reclamo en una marcha por el pueblo de Libertador Gral. San Martín, pasando por la plaza central y arribando a los portones del ingenio, donde hubo un acto con los secretarios generales de los trabajadores de Ledesma, Tabacal y San Isidro en apoyo a la huelga.


 


 “No negociamos con un paro”


 


La patronal dice que no quiere negociar con el “chantaje” de la medida de fuerza, pero es la propia patronal la que chantajea a los trabajadores con la complicidad del gobierno nacional y provincial. Es la que ha promovido las denuncias y persecuciones a los obreros durante el conflicto anterior; la que quiere imponer una multa millonaria al gremio y la que actualmente pretende desconocer la comisión directiva, electa democráticamente por sus trabajadores. Estos avances sólo han sido contenidos por la lucha y la movilización de los trabajadores. La huelga es la herramienta de los obreros para “equilibrar” la balanza y poder discutir en igualdad de condiciones frente a una de las patronales más grandes del país con lazos con todos los gobiernos.


 


La masividad de la huelga, que día a día viene sumando sectores, y la gran solidaridad popular, han bloqueado los intentos represivos del gobierno.


 


El telón de fondo: reforma laboral, flexibilización y despidos


 


Lo que hay de fondo en este conflicto es el interés de la empresa en producir una reestructuración, modificando las condiciones laborales y las conquistas obtenidas. En ese sentido marca una avanzada de la reforma laboral a “la brasilera” que quiere discutir el macrismo: Ledesma hizo punta de lanza con convenios individuales, conocidos entre los obreros como “H-3”, que han sido utilizados ahora en un intento de ´quebrar´ la unidad obrera –aunque solo hay un grupo minúsculo de trabajadores produciendo.


 


Durante la huelga se produjo un incendio en Trapiche 3 que estaba funcionando con menos personal del necesario. La empresa quiere sostener la producción con menos trabajadores, sobreexigiendo hasta el límite a los propios obreros que no paran. Ledesma pone en riesgo la salud y la vida de los obreros, en pos de maximizar sus ganancias y quebrar la huelga.


 


La empresa anunció una millonaria inversión para el campo y la fábrica: supercosechadoras que reemplazarán a 40 obreros cada una, y una inversión en la fábrica para obtener gas de la vinaza, lo que armaría al ingenio de un circuito completo de producción (no necesitaría provisión de gas). Todos estos avances en el próximo período van a estar sujetos a una reducción de la planta de trabajadores. Como se ve, en esta huelga se pone en juego no sólo el salario de la paritaria, sino las condiciones laborales para la próxima etapa.


 


Al ajuste le hacemos frente con los trabajadores


 


La lucha de los obreros de Ledesma le marca el rumbo al conjunto de los trabajadores. Su triunfo servirá para reforzar la clase obrera de cara a las medidas de ajuste planeadas por el gobierno y acompañadas por los partidos tradicionales.


 


En particular, un triunfo de los obreros de Ledesma reforzaría la capacidad para que los obreros de Tabacal (que tampoco cerraron su paritaria) puedan encontrar un triunfo, y le daría un fenomenal impulso a todas las luchas de la región.


 


Una conclusión inevitable para los trabajadores es el rol y la intervención que han tenido en el conflicto los diferentes sectores políticos. Los trabajadores deben reforzar una intervención política independiente de la clase obrera y combatir el intento de subordinación hacia variantes de contención. La patronal ha tejido vínculos con todos los gobiernos de turno, en connivencia con el kirchnerismo y ahora con el tándem Macri – Morales.


 


El Partido Obrero en el Frente de Izquierda viene apoyando la lucha y participando de todas las iniciativas. Creemos fundamental extender la solidaridad en todo el pueblo e inclusive sumar otros sectores en lucha para reforzar esta enorme huelga.


 


Si ganan los obreros de Ledesma, ganamos todos.