Los trabajadores del hospital Garrahan realizamos una nueva acción en repudio al vergonzoso 25% de rebaja salarial acordado por el Consejo de Administración kirchnerista-macrista y el gremio Upcn. Participaron distintos sectores que conforman el frente único de lucha que desde hace tres meses viene llevando adelante importantes paros y movilizaciones por un incremento salarial del 50% y un salario mínimo igual a la canasta familiar ($82.000).

Mientras los trabajadores salen a luchar contra la rebaja salarial, el Consejo de Administración, con la colaboración de las burocracias sindicales (Upcn, Sutecba e incluso ATE Nacional), discuten la formación de un Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) a espaldas de los trabajadores. La elaboración de este convenio es determinante para mejorar las condiciones laborales (6 hs, Licencias por estrés, régimen jubilatorio especial, etc.); sin embargo, en manos de los firmantes del 7%, se vislumbra la intención de arrancar de nuestras manos una serie de derechos conquistados por los trabajadores del hospital.

El acto también sirvió para denunciar la metodología por la cual se quiere discutir el convenio: clandestinamente, sin una real participación de los trabajadores, excluyendo a la Asociación de Profesionales y la Comisión de Insalubridad.

La estrategia de la patronal quedó clara: en conjunto con la burocracia sindical, apostaron al desgaste, llegar a las fiestas y luego a vacaciones, especulando con que la lucha se desinfle. Sin embargo, la voluntad de pelear de los trabajadores es indiscutible. No sólo por el paro realizado tras las fiestas sino también por las distintas acciones que se llevaron a cabo hasta el momento (acto de repudio a Gines, asambleas y este acto con corte de la calle Combate de los pozos). Cuando la patronal apuesta al desgaste y la división, la unidad de las asambleas, como ámbito de deliberación y resolución, resulta determinante para mantener la lucha en pie.

La defensa del salario y la lucha por resguardar la salud y la vida de los trabajadores, en medio de la pandemia, son una tarea ineludible para el conjunto del movimiento obrero. No es casual que un par de horas antes de realizarse este acto en el Garrahan los trabajadores del subte llevaron adelante un importante paro para impedir que se obligue a trabajar al personal mayor de 60 años.

La intervención de los trabajadores será determinante frente a la política de ataque que en todos los frentes descarga el gobierno de Alberto Fernández, por mandato del FMI.

El 18 de febrero iremos a una nueva asamblea para discutir cómo continúa el plan de lucha, retomando el método del paro escalonado y la movilización.