Sindicales

10/10/2002|775

Contra el veto de Roggio-Ibarra

Los obreros de Metrovías han iniciado una nueva etapa de la lucha por la vigencia definitiva de la jornada de 6 horas en los subterráneos. Una vez conquistada, con una enorme movilización, la ley que impone la reducción de la jornada, ahora van contra el veto de Ibarra.


El veto respondió exclusivamente a la connivencia del Ejecutivo ibarrista con los intereses de Benito Roggio, la empresa que tiene la concesión del subterráneo. La fundamentación del veto se pierde en divagaciones sobre la constitucionalidad de la ley y sobre la incumbencia o no del Gobierno de la Ciudad en reformas laborales, pero esquiva la cuestión de las condiciones estructurales de insalubridad del trabajo subterráneo.


La Dirección de Protección del Trabajo, que fundamentó el veto, refiere haber iniciado investigaciones sobre las condiciones ambientales en la actividad, esto después de innumerables denuncias de todo tipo que se han acumulado durante varios años. Queda claro que el gobierno de Ibarra es un agente de la “patria contratista” que se nutre del presupuesto capitalino y le ha dado la espalda a los intereses de los trabajadores, de los usuarios y de toda la población que apoya la reivindicación de los trabajadores.


El hecho de que la Comisión de Asuntos Constitucionales haya dado un despacho a favor de la insistencia en la ley en minoría, muestra que la Legislatura está dispuesta a “cajonear” la Ley. El cuerpo de delegados de Metrovías está organizando una nueva movilización masiva para arrancar el voto contra el veto, para el jueves 10 sobre la Legislatura, fecha en que el tema debería volver al recinto para considerar el veto del Ejecutivo. Las asambleas preparatorias por línea están mostrando una disposición de lucha de los trabajadores. Una vez más el destino de esta lucha está en sus manos, ya que la dirección de la Uta no ha mostrado ningún interés real en impulsarla.


La Asamblea Nacional de Trabajadores del pasado 28 y 29, resolvió apoyar la movilización, con una columna de organizaciones piqueteras.


El Partido Obrero apoya esta movilización y llama a convertirla en una gran jornada obrera y popular por el triunfo de los obreros del subte y contra la política del negrero Ibarra, con el aporte de asambleas populares, organizaciones estudiantiles y demás organizaciones sociales.