Frente a la plaza principal, en el viejo teatro Catamarca, el gobernador Brizuela del Moral abrió las sesiones legislativas con la presencia de todo el arco político burgués.

Afuera, desde las 10, nos concentramos los que luchamos contra la minería a cielo abierto -las dos asambleas de la capital, la asamblea “El Algarrobo” de Andalgalá, compañeros de Belén y Tinogasta-, Proyecto Sur, Libres del Sur y el Partido Obrero. A un costado estaban los empleados de la Legislatura provincial que reclaman un aumento salarial y becados universitarios que trabajan en distintas reparticiones del Estado.

Adentro del recinto, el cobista Brizuela del Moral hizo una encendida defensa de la actividad minera, “la que le habría dejado a la provincia más de 1.700 millones de pesos”. Quiso hacer pasar el crecimiento de las ganacias capitalistas por el crecimiento de la provincia, esto cuando el 55 por ciento de la niñez come en comedores, cuando existen más de 50.000 planes sociales y el 60 por ciento de los que tienen empleo lo tienen en negro. Sin contar que el índice de suicidio, es el más alto del país y que, más allá de la casuística estudiada por los profesionales de la salud mental, está la terrible situación social que azota a las mayorías.

Brizuela anunció el programa de monitoreo participativo comunitario para blanquear a las mineras. Dijo que “deben estar los mejores técnicos de las universidades de la región”. En la asamblea de la plaza, se denunciaba el rol de las universidades al servicio de las mineras: son estos técnicos o los egresados de estas casas de altos estudios los que elaboran los informes de impacto ambiental que dictan los patrones de Alumbrera. Campero y Marigliano, dos ex rectores de la Universidad de Tucumán, le dieron una manito a Xstrata para evadir 17.000 millones de pesos al fisco.

Adentro del teatro se reafirmó el compromiso con las mineras, el discurso del jefe de Estado provincial tuvo su cuestión medular en la cuestión minera. Afuera, en la plaza, alrededor de 400 personas reafirmaron su compromiso por trabajo, por aumento salarial y un no rotundo a la megaminería a cielo abierto.