Sindicales

11/4/2013|1263

Contundente retiro de firmas en Prensa

35%, paritarios electos, plan de lucha

Delegado paritario UTPBA

La paritaria del gremio de prensa está arrancando con todo. El contundente retiro de firmas, las asambleas en todos los medios y los aplausazos, muestran la disposición de los trabajadores del gremio para conseguir las reivindicaciones planteadas: 35% de aumento salarial, un mínimo de 1.000 pesos para las colaboraciones, la incorporación a planta de todos los tercerizados y el reclamo de que las patronales se hagan cargo del impuesto a las ganancias y la devolución de las asignaciones familiares.


Gran triunfo en Clarín


Durante marzo, en las redacciones de más de 20 diarios, agencias de noticias, puntocom y revistas, se realizaron asambleas donde volvieron a elegirse delegados paritarios de base y se aprobó el pliego reivindicativo.


La asamblea en Clarín, la primera en 13 años, reunió a más de 300 trabajadores. De allí partió el reclamo para que la patronal reciba de una buena vez a la comisión interna y pague la deuda que tiene con el personal por el incumplimiento paritario del año pasado.


Para apoyar el pedido se resolvió un quite de firmas en todos los medios del grupo para el jueves 4 que terminó siendo masivo y alcanzó incluso a prácticamente todo el personal jerárquico de la redacción. La medida fue acompañada con similar masividad en las distintas empresas, con quite de firmas, asambleas y aplausos. Fruto de esta movilización general y, en particular, la de los propios compañeros de los medios de Clarín, la patronal terminó reconociendo a la comisión interna después de varios meses de ningunearla, y la recibió en medio del quite de firmas. En la reunión, los delegados entregaron el pliego reivindicativo que la empresa responderá a la brevedad. Un enorme triunfo.


Con el marco de la ley de medios


El año pasado, la ley de medios atravesó el desarrollo de la discusión salarial. El kirchnerismo llegó a acusar a La Naranja de Prensa de "trabajar para Magnetto", argumentando que ante la ausencia de comisión interna en el grupo Clarín, las medidas de fuerza sólo se iban a cumplir en los medios oficialistas, perjudicándolos en su competencia con "la corpo". Todo lo contrario: los trabajadores de Clarín se sumaron a las medidas, eligieron delegados paritarios, lo que permitió que saliéramos de la negociación con las patronales con un piso salarial para todos los diarios (el primero en 21 años), con un aumento general de salarios y con la elección, en las vísperas del malogrado 7-D, de la comisión interna en los medios gráficos de "la corpo".


Las paritarias 2013 se dan en el contexto de la prohibición oficial para los súper y las cadenas de electrodomésticos de publicar avisos en los diarios, apuntando especialmente a los opositores. A esto, dicen las empresas, se le suma la caída general de la pauta publicitaria privada fruto de la crisis. La respuesta de las patronales ha sido anunciar ajustes de todo tipo y la apertura inmediata de retiros voluntarios. Intentan condicionar el desarrollo de las paritarias y buscan descargar la crisis sobre sus trabajadores.


Nuestra política


En el plenario de delegados La Naranja denunció que el gobierno quiere cercenar las paritarias, condicionándolas aun más que en el pasado. Los topes salariales y los acuerdos a largo plazo buscan imponer salarios a la baja que permitan mantener las ganancias patronales.


En todo el tiempo que lleva la pelea mediática entre el gobierno y Clarín, la posición oficial del kirchnerismo fue presionar a los trabajadores del multimedios a que renuncien a sus puestos de trabajo "para no hacerle el juego a la corpo". La de los trabajadores fue elegir la Comisión Interna para pelear por sus derechos.


La disposición de los trabajadores de prensa a la lucha por sus reivindicaciones ha creado una crisis en el kirchnerismo y sus acólitos en el gremio. Mientras en Tiempo Argentino y Página/12 votaron a favor de las medidas, en BAE, los pianellistas K se manifestaron en contra. En Crónica, no la pusieron en discusión. La razón de fondo fue la de no chocar con sus patronales oficialistas. Algo inevitable en una pelea por el salario. La lucha recién empieza, con un gremio en ascenso.