Lejos de ir presos por lavado de dinero, los banqueros han impuesto al ministro de Economía.

Ricardo López Murphy fue hasta hace poco presidente de la Fundación financiada por los bancos.

Y es el mismo que se hizo conocer reclamando despidos en masa y reducción de salarios y que ha conformado su equipo con hombres de la dictadura.

No es necesario conocer en detalle sus “proyectos” para darse cuenta de que se ha consumado un nuevo golpe de estado contra los trabajadores y que estamos en presencia de un gobierno rabiosamente antinacional, claramente entreguista y profundamente antiobrero.

Es el gobierno que está imponiendo el reempadronamiento de los desocupados para quebrar a sus organizaciones, sustraer el manejo de los planes de sus manos y utilizarlos en beneficio de las empresas capitalistas, sea como mano de obra barata o como subsidio directo.

Luego de la inmensa huelga general del 23 y 24 de noviembre, las direcciones oficiales del movimiento obrero ingresaron en una nueva tregua en función de la búsqueda de un “acuerdo social”.

La política de las centrales sindicales de reclamar un “diálogo” con el gobierno, plantear la “concertación social” o pedir “un gabinete de emergencia” ha fracasado.

En nombre de esta política, sin embargo, se ha perdido un tiempo valioso.

La tregua, que repitió la política planteada luego de cada paro general, dejó las manos libres al gobierno y a las patronales para seguir golpeando. Diez días de corte en La Matanza, 22 en el norte de Salta, 12 en Varela, los cortes en la zona sur, la marcha de los desocupados a la Capital, la inmolación del compañero Rubén Arias en Neuquén en lucha por su vivienda, los despidos masivos en Alpargatas y en la industria automotriz: todo este proceso se desenvolvió sin que el reclamo de una huelga nacional de 72 horas se concretara y sin que se apelara a toda la energía del movimiento obrero para quebrar el brazo del gobierno.

Si es cierto que “sentarse a una mesa de diálogo con el gobierno sería hacerlo con el FMI” (Hugo Moyano), se trata claramente, ahora, de abrir otra perspectiva.

¿Qué proponemos?

Los trabajadores deben tomar conciencia de que la Argentina ha entrado en una etapa de crisis de características excepcionales. Machinea siguió al pie de la letra el programa del blindaje que le confeccionaron el FMI y el Tesoro yanqui para hacer frente a la bancarrota argentina y no pudo evitar la cesación de pagos. La podredumbre institucional es completa (desde el Senado al Banco Central), el régimen como un todo no tiene capacidad de respuesta ante una crisis terminal.

Ante esto, los trabajadores deben abrirle una salida al resto de la sociedad.

La resistencia popular explota en todos los puntos del país. Se trata de darle consistencia, se trata de unir las luchas y de unir a todos los trabajadores que tienen las mismas reivindicaciones y que irán a la lucha en las próximas semanas.

Reclamamos a todas las organizaciones obreras y llamamos a actuar por una huelga general de 72 horas, en la perspectiva de la huelga general indefinida hasta la obtención de nuestros reclamos.

Llamamos a todos los luchadores a impulsar la convocatoria de un Congreso nacional de piqueteros, trabajadores activos y desocupados para organizar una Marcha Nacional del Hambre, con paros y piquetes de las organizaciones convocantes, para acampar definitivamente en Plaza de Mayo hasta arrancar nuestras reivindicaciones. En diciembre del año pasado hicimos este llamado, hoy es aún más apremiante que entonces.

En lo inmediato, llamamos a movilizarnos junto a los desocupados el 20 de marzo, y a convertir la marcha del 24 de marzo en una imponente demostración de fuerzas de los desocupados, de los activos, que levante una tribuna piquetera contra el gobierno colonizado más que nunca por el FMI.

Planteamos la lucha común por:

• Un salario mínimo de 600 pesos

• Subsidio de 500 pesos a los desocupados

• Jornada de ocho horas

• Ruptura con el FMI

• Derogación de la Reforma Laboral

• Libertad a Emilio Alí y desprocesamiento a los 2.500 luchadores.

Llamamos a emprender este camino ya, con reuniones, congresos provinciales y pronunciamientos.

Por una nueva dirección obrera.

Por la Mesa Nacional del Plenario Nacional de Organizaciones de Trabajadores Ocupados y Desocupados:

Edgardo Quiroga, secretario general CGT San Lorenzo; Mónica Galván, secretaria general CTA Santa Cruz; Pepino Fernández y Piquete Ruiz, Coordinadora Departamental Norte de Salta; Nancy Carbajal, Comisión Provisoria Sindicato Obrero del Pescado, Mar del Plata; José Villalba, Frente Unico de Trabajadores Desocupados, La Matanza; Sergio Sosto, secretario de Prensa, Foetra Buenos Aires; Néstor Correa, secretario general Asociación Gremial Docente, Universidad de Buenos Aires; Romina Del Plá, secretaria de DDHH Suteba La Matanza; Rubén Schofrin, secretario general Comisión Interna Perfil, UTPBA; Mariela Ugarteche, secretaria general Comisión Interna Inti Upcn; Carlos Suárez, Sindicato Unico de Trabajadores Desocupados, Córdoba; Néstor Pitrola, congresal Federación Gráfica Bonaerense, Lista Naranja Gráfica.

14/03/2001