A fines de marzo, 13 trabajadores de la Estación YPF Villafuel, de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, se encontraron con que la empresa no les había depositado los salarios. Ante la falta de respuesta por el pago de sus haberes, respondieron con el cese de tareas en la estación de servicio como medida de lucha.

Los empresarios a cargo no solo hicieron oídos sordos al legítimo reclamo, sino que avanzaron en despedir a nueve de los 13 trabajadores, a pesar de que rige en toda la argentina el decreto 329/2020 que prohíbe despidos y suspensiones.

Ante la injustificada medida, el Ministerio de Trabajo intimó el 14 de mayo a los empleadores a dejar sin efecto los despidos, algo que no se ha llevado a cabo. “Pedimos a los propietarios que hagan caso al ministerio de Trabajo y a la justicia, que ya se expidieron al respecto”, indicó Carina Bustamante, trabajadora de la Estación de Servicio. La mayoría de los trabajadores despedidos tienen 15 años de antigüedad.

Vale señalar que la patronal firmó con el Sindicato Petrolero Córdoba (Sinpecor) una rebaja salarial para que se abone el 68% del haber, del cual el 50 % está cubierto por el gobierno a través de la Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo que se paga a costa de los fondos de la Anses. A su vez, los empresarios accedieron a extensiones impositivas, según declaró el secretario Gremial José Sarracini a un medio de la localidad. No conforme con esto, han procedido en plena pandemia a dejar a nueve familias sin su fuente de ingreso.

Los despidos y las rebajas salariales son moneda corriente en este tiempo de crisis económica. Los gobiernos tanto provincial como nacional se limitan a un decreto, pero no fijan una política decidida para hacer cumplir tal medida; por el contrario, apaña a las patronales en todas sus medidas antiobreras.

El Sindicato Petrolero Córdoba tampoco está a la altura: la respuesta que le dan a los trabajadores es magra, limitada a concentrar frente a la estación y pasearse por los medios llamando a los ciudadanos de Carlos Paz a no cargar en la estación de servicio. Ante los despidos, lo que urge claramente es la necesidad de un paro total de los trabajadores nucleados en el gremio para conseguir la reincorporación y el pago total de sus salarios. Estas avanzadas sobre los derechos de las y los trabajadores no hacen más que sacarle el velo a la burocracia sindical, que lejos está de los intereses de la clase obrera.