Sindicales

5/12/2013|1296

Córdoba: Despidos en Renault

La empresa Renault decidió despedir (no renovarles los contratos) a 153 operarios de su planta de Santa Isabel y de la planta de fundición de aluminio. A esto se suman los despidos hormiga en las cinco empresas que actúan dentro de la planta como parte de la tercerización de la producción. La cifra exacta no se conoce, pero suman decenas.


La razón invocada por la empresa es la caída del mercado brasileño. Estos despidos podrían ser la primera parte de muchos más que vendrían a principios del año próximo; ya Renault había anticipado que al retorno de las vacaciones podría cerrarse un turno de producción. La empresa y la burocracia minimizan los despidos, argumentando que se trata de contratados. Pero el carácter de contratado no refleja una eventualidad sino una modalidad de contratación laboral, que se ha ido afirmando en la industria al amparo de los gobiernos. Muchos de los despedidos tienen años en la condición de contratados o "por consultora" como suele llamarse aquí (recientemente el frigorífico Estancias del Sur despidió 70 trabajadores con la misma argumentación).


Al igual que en Fiat, en Iveco o en VW, frente a las suspensiones, las vacaciones adelantadas o los despidos vía la no renovación de los contratos, la burocracia del Smata acompaña la política empresaria con el argumento de que lo importante es sostener los puestos de trabajo de los efectivos. Una canallada. Ellos permiten la precarización laboral que actúa contra todos los trabajadores y acorrala a los efectivos, los cuales son porcentualmente cada vez menos.


El espíritu dentro de las plantas es el contrario, como lo revelaron el acompañamiento y apoyo (incluido el paro) de los trabajadores a los despedidos que ingresaron a planta a sostener los fallos de reinstalación de la justicia que las empresas violan. Sucedió en Renault y sucedió en Volkswagen. Asambleas por sector en VW se pronunciaron por pasar a la acción directa inmediata ante el primer despido.


Esa es la política: que el Smata convoque asambleas en todas las plantas, que no pase ni un despido, ni una suspensión, por el reparto de las horas de trabajo sin disminución salarial.