Sindicales

13/1/2022

Córdoba elimina el aislamiento de contactos estrechos laborales

Aplaudido por las cámaras patronales y con el aval de la burocracia local, el gobierno de Juan Schiaretti flexibiliza el aislamiento sin destinar presupuesto sanitario.

El ministro de Salud, Diego Cardozo, y el gobernador Juan Schiaretti.

En consonancia con la disposición nacional, el Ministerio de Salud de Córdoba confirmó que a partir del lunes 17 ya no se exigirá el aislamiento laboral para contactos estrechos que cuenten con esquemas completos de vacunación Covid-19 y no presenten síntomas. Los trabajadores podrán continuar su actividad laboral con un test de antígeno negativo.

La medida alcanza a casi todas las actividades productivas, comerciales y de servicio, con excepción del personal de la administración pública y el sector educativo (que está en receso). En el comunicado emitido por la provincia remarcaron: “Es importante mencionar que esta excepción es válida para el desempeño de la actividad laboral y no para actividades sociales, las cuales deben seguir el protocolo vigente de aislamiento por 10 días desde el contacto con el caso confirmado”.

Como era de esperar, la decisión fue aplaudida por las cámaras empresariales: “Tomamos la medida con satisfacción. Estábamos muy preocupados porque la cantidad de casos tuvo un crecimiento exponencial. Era una medida indispensable en este contexto”, sostuvo el titular de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), Marcelo Uribarren (La Voz, 12/1). Otra que no pudo evitar su entusiasmo fue la directora general de la Cámara de Comercio de Córdoba, Nadia Villegas, quién calificó la medida del gobierno como “excelente” y no se privó de resaltar lo ridículo, pero no menos pérfido de la resolución: “esto no implica que (el trabajador) no tenga un aislamiento social. Del trabajo a la casa y de la casa al trabajo” (ídem).

Por su parte, el presidente de la Cámara de Supermercados de Córdoba, Víctor Palpacelli, también se expresó a favor de la decisión del gobierno de Juan Schiaretti. Y mientras espera colaboración del Estado para los hisopados en lugares públicos, dijo que la posibilidad del autotest “es una opción a corto plazo”.

Lo que no está claro es a cargo de quién estará dicho autotest.Hasta el momento se habla de que las empresas podrán enviar al empleado a testearse en lugares públicos, donde no tiene costo pero implica un permiso extendido por las horas que dure la fila, o contratar un laboratorio.

Dentro de los que suscriben a la decisión del gobierno también están los gremios del transporte. La Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor (Aoita) y la UTA Córdoba expresaron su conformidad, mientras que desde el Smata indicaron que no tendrían problemas en acatar la nueva normativa.

Todo esto, mientras las empresas de transporte no han garantizado ninguna medida sanitaria durante toda la pandemia. Las verdaderas “clandes” se suceden a diario, en las unidades del transporte urbano de la ciudad, donde los usuarios viajan absolutamente expuestos al virus: amontonados y sin alcohol en gel, pagando uno de los boletos más caro del país, luego de largas esperas en las paradas (que han desatado la furia de más de un pasajero, entre la impotencia y el hartazgo).

Es decir, sin lo urgente y sin lo necesario, las burocracias acatan las medidas antisanitarias del gobierno a favor de las patronales. Párrafo aparte para la CGT Regional Córdoba que considera que “técnicamente” no tienen asesoramiento o forma de ver si una medida sanitaria es buena o mala, por lo que la dejan pasar sin posicionarse.

Todo para las patronales, nada para los hospitales

Con la escalada del virus, se incrementó en un 167% la ocupación de camas en la última semana. Y los relevamientos arrojan que en la provincia el 35% del personal de salud está contagiado, por lo que atravesamos la tercera ola sin personal en hospitales, dispensarios y centros de salud.

Sin embargo, el anuncio gubernamental no menciona de qué manera sorteará esta situación una vez que se incorporen al sistema productivo a los contactos estrechos y la situación se vuelva más incontrolable aún.

Urge el reforzamiento del sistema de salud y el aumento de las partidas presupuestarias para el área. Así como una verdadera campaña de vacunación, que vaya a cada punto de las barriadas. Los sindicatos deben impulsar protocolos obreros para cuidar la salud de los trabajadores, éstos no pueden estar en manos del empresariado que los flexibiliza para mantener la rentabilidad productiva. Este cuadro expresa la necesidad de organizarnos en cada lugar de trabajo para defender nuestra salud y nuestras vidas frente a la ofensiva del gobierno y las cámaras patronales que nos quieren “del trabajo a la casa y de la casa al trabajo”. Merecemos otra perspectiva.