Sindicales

19/6/2014|1319

Córdoba: la lucha de Weatherford sigue firme

EXCLUSIVO DE INTERNET


La lucha de Weatherford sigue firme ALEJANDRA RODRIGUEZ (11)



Hace casi 20 días los trabajadores de Weatherford (una multinacional proveedora de insumos para la exploración petrolera, que tiene contratos con YPF y a su vez explora ella misma pozos en Neuquén) tienen paralizada la fábrica, con una carpa en la puerta.

Reclaman la reincorporación de 61 trabajadores que fueron despedidos como represalia por la decisión unánime de afiliarse al sindicato de químicos y petroquímicos y pasar a la organización de la fábrica eligiendo delegados. Fue la respuesta a 40 años de complicidad de la UOM con la patronal. La asimilación de la burocracia de la UOM llevó a que nunca los trabajadores pudieran elegir delegados.

La lucha cuenta con un apoyo muy fuerte por parte del pueblo de Río Tercero. Al grito de “45 somos todos” (por los primeros 45 despedidos) y “no nos vamos nada” más de 2.000 personas acompañaron a los trabajadores de la planta de Río Tercero de Weatherford. Fue la segunda movilización y duplicó a la primera realizada apenas unos 4 días antes. Junto a los trabajadores (son 130 en total) y sus familias marchaban docentes, estudiantes secundarios, representantes de siete gremios diferentes, legisladores provinciales y el público que se iba sumando al paso de las más de 30 cuadras de marcha.

La movilización, realizada el martes 4, conmovió a esta localidad del sur de Córdoba, que tiene historia de movilizaciones (vivó la explosión de la fábrica militar en los 90 para ocultar negociados con armas durante el gobierno de Menem) y a toda la provincia. Al día siguiente la Unicameral debió votar por unanimidad un proyecto de resolución presentado por Cintia Frencia exigiendo la reincorporación de los despedidos.

La intransigencia patronal se apoya en la complicidad del gobierno provincial, que a través de su ministerio del trabajo deja pasar las arbitrariedades de la multinacional y amenaza a los trabajadores con ilegalizar la lucha y presiona para que acepten 25 despidos y el resto suspensiones. La burocracia de la UOM se sumó al conflicto para entorpecer la acción legal de los trabajadores.

En contraposición la adhesión y el apoyo popular han fortalecido a los trabajadores que se están organizando para avanzar en su lucha hasta la incorporación de todos los despedidos.

Eduardo Salas