Sindicales

13/5/2010|1128

CORDOBA | La movida ante Arcor Arroyitos

¡Piqueteros, carajo!

La patronal, el gobierno y la burocracia han fracasado en quebrar la resistencia de los trabajadores de las plantas de Bagley, en Colonia Caroya y en Totoral, a los que se han ido sumando los de Nestlé y Georgalos. Se han pasado por encima a las conciliaciones obligatorias, a los plantes anodinos de dos o cuatro horas por turno y están en paro desde hace 18 días.
Pagani (Arcor) prometió un aumento a los trabajadores de la planta de Arroyito del 20% más 190 pesos no remunerativos y una suma de 500 pesos por única vez, que luego sería absorbido por lo que se firme en la paritaria. Romero, del sindicato local, se prestó a la maniobra. La patronal pretendía instaurar acuerdos ya no por empresa, si no ¡por planta!

La Federación lo tuvo que rechazar y decretar un paro de 24 horas.

Las otras plantas cordobesas fueron aún más lejos. Decidieron que iban a marchar a Arroyito a explicarle a sus compañeros que les habían montado una trampa. La burocracia no tuvo otra que poner los micros y 300 trabajadores hicieron 100 kilómetros. Cuando llegaron, se enteraron que el paro no se estaba cumpliendo y quisieron rodear la planta para garantizarlo, a pesar de la fuerte presencia policial, pero la burocracia que los había llevado trató de aislarlos de la planta. Los llevaron a la sede del gremio, a diez cuadras, y durante dos horas los fueron dividiendo en grupos y con argumentos diferentes trataron de convencerlos que no era conveniente un encuentro directo, que había que respetar lo resuelto por la asamblea de Arroyito. Cuando creyeron que lo habían logrado, a las 14, se fueron para la planta para hablar con los burócratas locales. A los 10 minutos, atrás de los burócratas de Morcillo (al cual también pertenece Romero), en marcha y al grito de “¡piqueteros, carajo!” llegaban los trabajadores. Un nuevo intento para que no se acercaran fracasó. En el contacto directo, los trabajadores de Arroyito les dijeron que los habían apurado, que les habían dicho que era la última oferta y que las otras plantas ya habían agarrado.

En Arroyito se sintió el cimbronazo. Vecinos y familiares de los obreros apoyaron a la delegación cordobesa. Los medios locales mostraban la sorpresa ante lo que le día anterior habían dado como resuelto. Se desmoronaba la maniobra de Pagani.

No sólo las plantas de Arcor están firmes en la lucha. Los trabajadores de Georgalos (450) en Río Segundo acompañaron el paro con cortes y piquetes ¡durante 24 horas! Un hecho inusitado para el lugar.

Ya había sucedido el lunes con los trabajadores de Nestlé en Villa Nueva, quienes convirtieron los paros de cuatro horas en paros de ocho horas y con cortes de ruta.

El problema central para este conflicto –que ya ha entrado en la historia de las grandes luchas del movimiento obrero de Córdoba y del país– es su extensión a las plantas de Buenos Aires (y sobre todo a Kraft). Es la oportunidad para impulsar la asamblea general y el plenario nacional de delegados, y unificar a todos los trabajadores por los 3.200 pesos en una huelga general.

Eduardo Salas