Sindicales

2/9/2020

Córdoba: los no docentes rechazamos el congelamiento salarial

Vamos por la reapertura de paritarias y el 30% de aumento para que ningún no docente esté bajo la línea de pobreza.

Ya han pasado 2 meses desde que venciera la paritaria no docente frente al más completo silencio de la conducción de la Fatun (Federación trabajadores no docentes) y la Agtunc, en un cuadro en que se habla de postergar las paritarias de los estatales nacionales hasta 2021. Una primera muestra de este rumbo de congelamiento salarial es el 0% de aumento firmado por Ctera, que ha desatado el repudio de los docentes en todo el país y la absoluta falta de oferta del gobierno nacional en la reunión con los gremios de los docentes universitarios realizada en los últimos días.

El “nuevo horizonte”, que traería el acuerdo sobre la deuda y que permitiría “despegar al país”, y que fuera entusiastamente elogiado por la Fatun en un comunicado emitido antes del acuerdo, ahora terminó transformándose, por boca del Ministro Martín Guzmán, en un plan para “cuidar los recursos” en especial los destinados al sector público para “controlar el déficit fiscal”.

Recordemos que la reducción del déficit fiscal es desde siempre el principal reclamo del FMI en vistas a transformarlo en superávit fiscal ya que esto es lo que permite garantizar el pago de la deuda. Al servicio del objetivo de bajar los gastos ha estado el desconocimiento ya efectuado de las cláusulas gatillo de reajuste salarial y de la movilidad jubilatoria, a las que se suma ahora, el intento de congelamiento salarial y una nueva fórmula para reajustar jubilaciones a la baja. Es decir que nuevamente en aras de cuidar los recursos destinados a los acreedores internacionales, se seguirá postergando la deuda interna.

Como vemos, para les trabajadores el horizonte que se presenta no es el de ningún despegue, sino el de nuevas postergaciones y retrocesos. Agreguemos a lo ya dicho que la reforma laboral que se ha venido implementando de hecho durante la cuarentena intentará “bajar costos” en nombre de la crisis conforme a los reclamos empresarios y del FMI que también tienen en carpeta la reforma previsional que no pudo implementar Macri en 2018 por la resistencia popular.

En nuestro caso la suspensión de la paritaria, no solo ha confirmado el alerta que publicamos el 16 de junio sobre la posibilidad de postergación, sino que también ha agravado la situación de los y las no docentes por el deterioro aún mayor de nuestros salarios en medio de los incesantes aumentos de precios.

Desde marzo, la inflación promedio, sin contar agosto, ha sido del 10% según el Indec (recordemos que es un promedio y que los artículos alimentarios más que duplican este índice). Si a esto le sumamos que en marzo se desconoció el abono de la cláusula gatillo en un pago y se la distribuyó en cómodas cuotas, en estos 5 meses la pérdida del poder adquisitivo es descomunal, y ni hablar si sumamos los acuerdos a la baja firmados en los últimos tres años que rebajaron en más del 30% nuestro poder adquisitivo. Producto de estos acuerdos ruinosos, las categorías del tramo inicial han quedado por debajo de la línea de pobreza, y también varias del tramo intermedio si comparamos con la canasta básica de $ 73 mil que calcula la Junta Interna del Indec en lugar de los datos oficiales.

Con salarios devaluados y congelados debemos hacer frente al reciente aumento de la nafta del 4,5% que repercutirá en todos los productos, a los siderales tarifazos de energía eléctrica, a los mayores gastos derivados del teletrabajo o los mayores gastos por los coseguros cada vez más altos de los prestadores privados a los que debemos recurrir cada vez más, por la crisis de la obra social Daspu.

La Universidad de Córdoba no escapa al marco de crisis ya que viene funcionando con el presupuesto prorrogado (y devaluado) del 2019 (y que fuera elaborado con un dólar a $28 en 2018). La reciente Ley de ampliación presupuestaria que se presentó en el Congreso de la Nación no soluciona nada, es una farsa cuyo “aumento”, si lo equiparamos con la inflación del periodo comprendido, termina siendo en realidad un recorte mayor al realizado por Lopez Murphy en el 2001.

Frente a esta situación, les no docentes necesitamos la apertura de paritarias y una urgente recomposición salarial. Es necesario poner en pie reuniones o asambleas virtuales de las dependencias para discutir y votar una propuesta que recupere lo perdido y que no deje compañeros bajo la línea de pobreza. Por un 30% de aumento ya, retribución por los gastos del trabajo remoto (servicios, equipamiento). Pase a planta de los contratados y monotributistas. Protocolos de salubridad e higiene controlados por les trabajadores. Aumento de emergencia para nuestros jubilados. Mínimo de emergencia de $30.000. 82% móvil. Preparemos mandatos de base y la elección de paritarios en asamblea para que no nos vuelvan a cerrar un acuerdo a nuestras espaldas. Exijamos la triplicación del presupuesto universitario, el desconocimiento de la deuda externa fraudulenta e ilegal que hunde al país y los trabajadores y el establecimiento de un impuesto a las grandes fortunas.

Desde La Naranja No Docentes colocamos estos planteos a discusión y llamamos a los compañeros a trabajar en la construcción de un agrupamiento independiente de las autoridades y los gobiernos como herramienta para avanzar en la recuperación de derechos y conquistas para los no docentes.