El reclamo salarial de lxs trabajadorxs de la salud de la provincia de Córdoba es agudizado por un cuadro de crisis económica y un ajuste sobre los ingresos de lxs trabajadorxs. Venimos con un cuadro inflacionario en ascenso: solo en enero pasado la provincia registró un 5,82%, según indicó la Dirección de Estadísticas y Censos. Además, hay diferentes estimaciones que hablan de una inflación del 50% para 2021.

El sucesivo aumento de los combustibles, encabezado por YPF, en las primeras semanas del año atiza aún más la curva inflacionaria en momentos en que están eliminando los fracasados Precios Máximos. Lo señalado prefigura un mayor deterioro de salarios y jubilaciones, y reafirma la justeza del reclamo de recomposición de los ingresos de lxs trabajadorxs en general y de lxs esenciales de la salud en particular, quienes están en la primera línea de la lucha contra la pandemia.

En ese marco es que en varios hospitales provinciales se vienen impulsando las asambleas. Un síntoma de la tendencia a la lucha que anida en la base de los centros de atención médica.

Mientras tanto, las conducciones sindicales pretenden volver a entregar toda una agenda de reclamos, empezando por el salario. En ese sentido, la burocracia sindical del SEP (Sindicato de Empelados Públicos), sin mandato, ya tuvo una primera reunión formal con el gobierno, con el objetivo contener la lucha salarial. Esa es la única función de estas reuniones.

Según el diario La Voz, en la primera reunión entre el gobierno y el SEP “hubo consenso para que el acuerdo sea semestral” y “hubo coincidencia en que la inflación prevista en el presupuesto nacional del 29% será el parámetro para tener en cuenta en la negociación”. Sostener el tope paritario del 29% en los salarios cuando la inflación prevista es del 50%, teniendo en cuenta la escalada de precios de los últimos meses, deja a las claras la política de ajuste de los gobiernos.

El pedido de la burocracia de que se tenga en cuenta un 8% perdido el año pasado encubre la pérdida salarial que han sufrido lxs trabajadorxs de la salud en los últimos años, dejando a una enfermera que recién inicia 45 puntos por debajo de la canasta de pobreza.

Un salario aún más precarizado es el que tienen los residentes, que junto con las enfermeras son la columna vertebral de los hospitales públicos. El SEP busca acomodarse para continuar haciendo pasar el ajuste salarial, desconociendo que al sistema sanitario de Córdoba lo sostiene un personal pobre, precario y sin condiciones mínimas de trabajo.

Sin mencionar que la falta de personal sigue siendo una de las mayores falencias dentro de los nosocomios. Solo por poner un ejemplo, recibimos denuncias de trabajadores de maternidad provincial que se encuentran trabajando por las noches con la mínima de personal, al extremo que en medio de la pandemia están rotando entre servicios, violando los protocolos.

Si bien el gobierno garantiza haber reforzado la planta, es claro que no se ha logrado ni siquiera alcanzar el faltante histórico de personal que tienen los nosocomios. Además, el ajuste también se expresa en el recorte presupuestario y falta de inversión, al punto que los centros de salud se llueven o se derrumban, como el caso del  Hospital Misericordia.

La importancia del Encuentro Nacional de Tribuna de Salud

En este escenario es necesario reforzar las asambleas en todos los centros de salud e impulsar un plan de lucha, coordinado por el conjunto de los hospitales, por un básico de $57.000.
Para reforzar esa perspectiva, desde Tribuna de Salud convocamos al Encuentro Nacional de trabajadores de la salud para el próximo fin de semana, de manera virtual.

La convocatoria no puede ser más oportuna, puesto de que se tratara de un aporte al debate y la puesta en acción de un frente único de lucha. En esa perspectiva se enmarca la propuesta de un congreso de delegados de base electos, con mandato, que supere la atomización y unifique al conjunto de trabajadores de la salud para intervenir en la crisis.