Siguiendo la iniciativa de los trabajadores del Hospital El Cruce (de Florencio Varela) y coordinando con los de los hospitales porteños Oller, Fiorito y Garrahan de la Ciudad de Buenos Aires, este lunes 5 el Hospital Iriarte de Quilmes salió al corte de la Autopista Buenos Aires-La Plata en la zona.

Alrededor de 500 trabajadores de la salud estuvieron presentes en la movilización, acompañados por docentes de la Lista Multicolor de Suteba y por parte de la CTA Autónoma y la Cicop. Tras una marcha que salió de la puerta del hospital, se movilizaron por la arteria principal del acceso a la autopista y luego subieron a ella efectuando el corte.

La convocatoria se acordó después de varias reuniones de zoom y se hizo a través de un flyer donde acordaron la consigna principal: por un salario de $70.000. Las últimas paritarias de los trabajadores de salud han sido cercanas a aumentos del 10%, una miseria teniendo en cuenta que los salarios rondan, con suerte, los 30.000 pesos.

Esta coordinación viene siendo un ejemplo para todos los trabajadores y esto se manifiesta en el apoyo social que se percibe en las movilizaciones, con aplausos de vecinos, bocinazos de los camioneros, colectiveros y automovilistas. Son toda una señal del clima que atraviesan todos los sectores laborales que son golpeados con eliminación de convenios, rebajas de salarios, paritarias cero, despidos y suspensiones.

La apertura de paritarias viene siendo empujada por este sector que ha perdido el miedo al enfrentamiento, ya que todos los días se enfrenta a la pandemia y al abuso por parte del Estado, que menosprecia sus vidas con la falta de recursos y la descalificación laboral. Ya han sufrido más de 1.500 compañeras/os caídos combatiendo en la primera línea.

Otro de los reclamos que se levanta es la necesidad del pase a planta permanente.

Este gobierno, que decía venir a revertir el abuso del macrismo a todos los trabajadores, hoy debe enfrentarse a estos, que no cesan de organizarse frente a la continuidad del ajuste para pagar la deuda a los bonistas, al FMI y subsidiar monopolios.

La unidad de los trabajadores comienza a ser la valla con la que se encontrará el pacto social que ya está encaminado. Los trabajadores de la salud vuelven a colocarse en la primera línea, no solo contra la pandemia, sino también contra las políticas de ajuste fondomonetarista del gobierno.