Sindicales

15/4/2020

Covid-19- Córdoba: los trabajadores no docentes de la UNC debemos intervenir en defensa propia

, Agrupación Naranja No docentes 

La pandemia de coronavirus puso sobre la mesa la situación de crisis de la universidad. La Universidad Nacional de Córdoba no cuenta, o solo lo hace irregularmente, con elementos básicos de higiene y salubridad: falta total de jabón y papel higiénico en muchos de los baños e incluso baños sin agua como en el propio edificio del rectorado (baterías D). El alcohol en gel existe solo en algún área administrativa o de gestión. Tampoco están garantizadas condiciones para el cursado. En muchas carreras es imposible pensar en mantener distancias sanitarias entre estudiantes ya que las clases se dictan en aulas o auditorios superpoblados en los que a duras penas se puede respirar. 


Ni siquiera en el Hospital Nacional de Clínicas (incluido en el operativo Covid-19) están garantizadas todas las condiciones de seguridad. Con la pandemia en curso, los trabajadores seguían utilizando un lector de huella digital para el ingreso sin contar con elemento alguno de desinfección o limpieza.


Pero además, muchxs compañerxs planteaban quejas por la falta de barbijos o guantes y de protocolos para la circulación de pacientes y la incertidumbre, la desorganización y la falta de respuestas tanto gremiales como de las autoridades sobre cómo abordar las tareas.


Situaciones semejantes de desorganización se repitieron en las demás dependencias, donde los compañeros tuvieron que conseguir en medio de la confusión y las idas y vueltas permisos individuales, por grupo o por dependencia, para poder cuidar a sus hijos frente a la suspensión de las clases en las escuelas o para cuidar familiares o a ellos mismos por ser población de riesgo.


Todas estas movidas debieron hacerse por la propia, ya que la Gremial San Martín se limitó a acompañar la “normalidad” de las autoridades hasta el día 18 de marzo, en que debió decretar paro frente a la presión y los reclamos de los trabajadores. La declaración tardía de paro actuó además como cortina de humo para la firma de un acuerdo salarial a la baja que desconoce y parte en cuotas la actualización salarial acordada anteriormente.


Ya en cuarentena, el gremio solo ha atinado a dar “recomendaciones” para los trabajadores afectados a tareas esenciales, quienes muchas veces lo hacen en rangos horarios que exceden los laborales o a pesar de estar licenciados (menores o adultos a cargo o personal con factor de riesgo).


El teletrabajo se hace sin preparación previa y con equipamiento y conexión a costo del propio trabajador, sin que se haya pactado un acuerdo que regule las exigencias de las autoridades y sin que el sindicato haya movido un dedo para organizar o garantizar la defensa de derechos laborales.


La conducción de ATE tampoco atinó a tomar cartas en el asunto, ni siquiera dos semanas después durante su plenario de delegados nacionales en el que sólo planteó tomar resoluciones internas de carácter organizativo.


Cómo seguimos


No podemos quedarnos esperando respuestas ni de las autoridades ni de las conducciones gremiales. Frente a la posibilidad de retorno a las actividades planteamos:


– Deliberación entre lxs trabajadorxs respecto a las posibilidades y características que debería tener una reprogramación del ciclo lectivo visto los anuncios de extender el mismo, contemplando la situación en el momento.


– Conformación de comités de higiene y salubridad electos por los trabajadores en todas las dependencias, para relevar y definir las precauciones a adoptar en cada uno de los puestos de trabajo y garantizar el efectivo reacondicionamiento y/o provisión de elementos de seguridad en cada uno de ellos.


– Verificación de la compra y disponibilidad de todos los elementos de sanitización requeridos.


– Comités de H y S con poder de veto a fin de garantizar que no se reanude la actividad en aquellos sectores que pongan en riesgo a los trabajadores y/o que no respeten derechos laborales.


– Para los compañeros que efectúan atención al público y en particular los de los hospitales, garantía de todo el equipamiento y procedimientos de bioseguridad: barbijos reglamentarios N95, batas, botas, antiparras, guantes etc. que correspondan según los sectores de trabajo.


– Garantía de cobertura de ART para quienes puedan contraer coronavirus durante el desempeño de su actividad en la UNC.


– Aumento del presupuesto universitario para hacer frente a la transformación de las instalaciones, el equipamiento y los modos de enseñanza conforme a los planes decididos por la comunidad universitaria. Urgente recomposición salarial para hacer frente a la emergencia.