Sindicales

22/3/2020

Crece la bronca entre los empacadores de Río Negro y Neuquén

Vamos por asambleas en todos los lugares de trabajo.
 

Con aportes de trabajadores/as del empaque

El Coronavirus (Covid-19) ha puesto de manifiesto la crítica situación social y sanitaria que vive el país en general, y en particular los y las trabajadoras. En Río Negro y Neuquén miles de trabajadores y trabajadoras enrolados en Soefryn (sindicato de empacadores de la fruta) se encuentran debatiendo esta situación en medio de la temporada de cosecha y empaque.


A pesar de que el Estado le ha otorgado subsidios de hasta $400 millones a estas patronales, así y todo, la inversión no ha estado dirigida a la mejorara de las condiciones laborales, las cuales se han agravado con la crisis del coronavirus.


Delegados/as y trabajadores/as han salido a denunciar a las patronales ante estas circunstancias y desde la Cafi estaría evaluando exigir cerrar la temporada, como ha comenzado a suceder con suspensiones en algunos empaques, sin goce de sueldo.


En la firma Moño Azul, de Villa Regina, trabajadores y trabajadoras no tenía en sus baños ni siquiera jabón. En La Reginense, el secretario de la seccional de Villa Regina fue interpelado por trabajadores y trabajadoras de una gran trayectoria laboral, por no tomar ninguna medida respecto a los cuidados y prevenciones ante la crisis, y ante las presiones de la patronal. En General Godoy, la firma Fruteco decidió (ante la negativa de licenciar a personal de riesgo abonando el sueldo) parar la producción de manera unilateral, sin ninguna garantía económica para el personal. Allí la misma patronal ya había dado por terminada la temporada, funcionando ya como post-temporada.


Situaciones similares se han venido sucediendo en otros lugares del valle de Río Negro y Neuquén. Entre las bases crece el descontento ante la falta de respuestas del sindicato y los atropellos patronales.



¿Y el sindicato?


Ante esta situación, la conducción de Marcos Bielma ha dejado librados a su suerte a los y las trabajadoras, mostrando su incapacidad ante la primera crisis.


Bielma, que acaba de salir reelecto secretario general en las últimas elecciones, no ha puso de relieve ninguna de las situaciones que los y las trabajadoras vienen soportando hace décadas. Por eso la deliberación de un sector combativo de la actividad, rechaza a la burocracia que no accionó durante tantos años de precarización laboral, y que ahora se profundiza bajo las actuales circunstancias.


Se ha abierto una crisis en todo el gremio que está dando lugar a la intervención independiente de los trabajadores. En algunos galpones, como en la seccional de Villa Regina, durante la votación de las últimas elecciones, quienes iban del sindicato con la urna móvil fueron corridos por los y las trabajadoras, negándose a votar. Toda una señal de rechazo.


En las últimas horas, el secretario general, a través de algunos audios y posteos en redes sociales, dio a conocer su postura ante esta nueva situación. Según el, son los y las trabajadoras quienes deben exigir a la patronal el cumplimiento de las condiciones de sanidad sugeridas. Sí esto no se garantiza, como se ha evidenciado luego de denuncias de falta de papel higiénico, alcohol en gel y jabón, trabajando bajo hacinamiento, el sindicato ha dicho que no puede tomar medidas en medio de una temporada. Si la Cafi decidiera parar la temporada, Bielma dijo que tampoco se podrá hacer nada, y que sí los o las trabajadoras deciden irse a su casa, no pueden garantizar el cobro de salarios. Bielma, al final de cada audio, puso todo en manos de… dios. De plan de lucha ni hablar.



Por asambleas en todas las fábricas


El estado de enojo de una parte importante del movimiento obrero del sector se acrecienta ante los atropellos de la Cafi, y la ausencia de un sindicato de lucha, independiente y democrático. Convocamos a todos y todas las trabajadoras a realizar asambleas autónomas, para debatir un pliego de reivindicaciones y un plan de lucha. Sí se trabaja se tiene que garantizar nuestra seguridad y nuestra salud, y por ende la de toda la sociedad, como el cobro de la productividad y la continuidad laboral. Y si se termina por disponer el levantamiento de la actividad, la misma tendrá que ser sobre la base de licencias con goce de sueldo mientras dure la pandemia.


Allí donde no se cumplan las condiciones sanitarias y de prevención debemos parar la producción y ocupar los empaques, hasta que se garantice el pleno cumplimiento de nuestros reclamos. Es ahora compañeros y compañeras. ¡Ningún despido y ninguna suspensión!