Quinientos trabajadores de la ex Cresta Roja se movilizaron esta tarde al juzgado de Valeria Pérez Casado, a cargo de la quiebra de Rasic y que está promoviendo un acuerdo con Wade, una sociedad a cargo de Granja Tres arroyos. 

El plan de la empresa, que motivó la imponente movilización a raíz de que los trabajadores están sin producir desde enero y sin cobrar un peso desde hace 15 días, implica una reducción de unos 500 puestos de trabajo una vez terminada su puesta en marcha y la suspensión por más de un año de una porción mayoritaria de los trabajadores.

Pero el objetivo central de Granja no son sólo los despidos; toda la matriz del plan apunta a desarmar completamente al activismo, principalmente ubicado en Planta 2 (objetivo que es compartido, aunque se cuide bien de no decirlo, en un 100% por el STIA)  Esto lo han recalcado los especialistas en el tema. El desguace y el inicio de actividades recién para mediados de 2019 son el tiempo necesario para aislar a los activistas que vienen de impedirle a Proteínsa un plan con objetivos calcados.

El activismo rechazó unánimemente en asamblea el plan de desguace pero Granja apunta a acuerdos de tipo individual (en los que el STIA podría decir que está impedido de objetar). Es una lucha abierta entre las negociaciones individuales (con trabajadores que vienen de meses sin cobrar, incluso con algunos que fueron llamados de los que habían quedado afuera de Proteínsa) y la lucha colectiva de los trabajadores y su asamblea. Es incuestionable que habrá  que dar una intensa  lucha  para impedir  que el plan de Granja avance y que habrá que preparar la ocupación de la planta para en su momento definir el conflicto. La historia ya demostró que ningún firmante de acuerdos individuales es más fuerte que la unidad de los trabajadores.

La jueza Pérez Casado recibió con un contingente de Policía Federal a los trabajadores, imponiendo sus condiciones para evitar otra toma del juzgado como el año pasado. El Estado juega todas sus cartas para disolver a la vanguardia de los trabajadores. 

Una asamblea general del STIA (Provincia y Capital) podría definir un plan de lucha para quebrarle el brazo a los planes patronales en Cresta Roja, uniéndolo a la lucha por derrotar el techo paritario del 15%, que está en discusión en la rama avícola.