Sindicales

26/9/2017

Crisis en la Uocra: el ocaso del “Pata” Medina


El dirigente de la Uocra La Plata, Juan Pablo “Pata” Medina, se atrincheró en la sede del gremio ante una posible detención en una causa en que se lo acusa de extorsión por paralización de una obra del Ferrocarril Roca. Medina ha denunciado que detrás de la acusación de la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, hay una maniobra del gobierno de Macri.


 


A cambio del disciplinamiento de los obreros de la construcción, los empresarios de la construcción permitieron a Medina montar un esquema de patotas y negociados por el cual regentea los servicios de catering en las obras, se beneficia de las contrataciones de limpieza y recibe coimas a cambio de vulnerar los derechos de los trabajadores.


 


Incluso el pago de montos no remunerativos, que ponen el salario un poco por encima del promedio, en la mayoría de los casos va ligado a acuerdos de productividad que llevan al límite los rigores físicos que demanda la actividad de la construcción.


 


Los empresarios se quejan ahora de un alza en los costos de las obras, que serían del orden de un 60% por encima del resto de la provincia, como resultado de los “compromisos” a los que debe acceder con Medina. La fisura de esta lucrativa relación ya se había hecho entrever a principios de año cuando en un encuentro en la legislatura de la Provincia el “Pata” se cruzara con los representantes de distintas entidades que agrupan a empresarios y profesionales de la construcción.


 


Esta puja de mafias ha generado un dislocamiento de la obra pública en la ciudad.


 


El “Pata” Medina cobró notoriedad pública nacional en 2006, cuando su banda se enfrentó a tiros con Camioneros en la quinta de San Vicente, durante el traslado de los restos de Perón.


 


Burocracia y poder político


 


El avance del gobierno contra Medina, que recoge la preocupación patronal por esta especie de “contrapoder”, no debe ser confundido de ningún modo con algún tipo de avance sobre las mafias sindicales. El gobierno acaba de disponer, en acuerdo con la burocracia sindical, la entrega de fondos de las obras sociales para financiar la Cobertura Universal de Salud. Y negocia con ella el avance en la reforma laboral. Más aún: en estos planes, el gobierno cuenta entre sus socios a Gerardo Martínez, el secretario general de la Uocra, a la vez enfrentado con Medina.


 


Los entuertos de burocracia sindical y poder político no son exclusivos del macrismo. De hecho, Medina apoyó la campaña de Daniel Scioli en 2015 y de Cristina en las últimas PASO.


 


Detrás del velo


 


Las patronales tratan de disimular las bodas pasadas encuadrando el conflicto en la línea general de los empresarios y el gobierno contra los famosos “costos laborales”, lo cual raya el ridículo si se considera que el convenio de la construcción se encuentra entre los más precarios del país y es un recurso de las patronales para abaratar costos laborales en otras industrias del país.


 


El derrumbe de la Uocra


 


Medina no es un caso aislado sino un emergente del esquema de negocios mafiosos que, a nivel nacional, dirige el ex Batallón 601 Gerardo Martínez. Ambas camarillas están enfrentadas. El gobierno se alió con la banda de Martínez, quien acompañó a Macri cuando éste anunció que iría “contra las mafias sindicales”.


 


La descomposición de la Uocra es imparable. En Bahía Blanca, se vive por estos días una situación similar a la que atraviesa Medina: una movida “destituyente” de los empresarios contra la mafia de Humberto Monteros. La Uocra de Lomas de Zamora permanece intervenida ante la responsabilidad de Walter “el lobizón” Leguizamón en el asesinato del obrero de la construcción Darío Avalos y su posterior fuga de la justicia. En Florencio Varela, Juan “Lagarto” Olmedo utilizó una patota para agredir a los concejales en plena sesión.


 


A estos se le suman decenas y decenas de casos que son la muestra de que lo que cruje es la política alentada por Gerardo Martínez, que ha copado el sindicato y la industria de patotas y mercenarios con el propósito de defender su esquema de negocios con las patronales y los funcionarios públicos.


 


El Sitraic (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción) se ha desarollado en todo el país en lucha contra esta burocracia, peleando por revertir el extendido régimen de precarización y explotación al cual son sometidos los trabajadores de la industria y por la erradicación de las patotas y bandas del gremio, con el método de la democracia sindical y la lucha política. 


 


La putrefacción de la burocracia sindical, cómplice del ajuste, exige la lucha por una nueva dirección del movimiento obrero.