En los últimos meses hemos asistido a distintos debates al interior de las conducciones de las CTA de Lomas de Zamora y Almirante Brown, principalmente entre la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas y la Coordinadora Sindical Clasista (CSC), respecto a la caracterización de la etapa política y las tareas que tenemos por delante los trabajadores y trabajadoras.

El grueso de la cuestión consiste en definir si estas posiciones conquistadas deben ponerse al servicio de construir una alternativa de independencia de clase de los trabajadores, o si deben articularse en distintos espacios comunes con direcciones de la burocracia sindical.

De la misa al 2019

La reciente peregrinación a Luján del moyanismo, sectores del PJ y del kirchnerismo político y sindical, puso de manifiesto el operativo político impulsado por la iglesia para reforzar un bloque de contención ante el agravamiento de la crisis económica y sus posibles repercusiones en un alza de las luchas y las manifestaciones sociales y populares.

El antecedente más inmediato a esto fue el encuentro reservado entre Hugo Moyano y el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social Jorge Lugones, que confirma con certeza un mismo hilo conductor en la política que alienta el Vaticano y la que promueve el Frente Sindical para un Modelo Nacional (FSMN).

A la iglesia le preocupa enérgicamente el crecimiento de las tendencias combativas en un cuadro de extensión de la pobreza, de agudización del ajuste, y de disgregación de la CGT (ruptura del triunvirato) y un fuerte desprestigio de la burocracia sindical. De allí las alarmas de los voceros episcopales a no poner en peligro la gobernabilidad, coincidente con las declaraciones del sindicalismo “contestatario” de que el gobierno debe llagar golpeado al 2019, pero debe llegar.

La participación de destacados referentes del PJ y del kirchnerismo (Guillermo Moreno, Felipe Solá y Daniel Scioli, entre otros) en Luján da cuenta que no solo se trata de un plan para reducir los daños de la política del gobierno, sino que tienen en vistas el relevo político a un eventual desplome de Cambiemos bajo su mandato o en las urnas.

Multisectoriales

Bajo estas perspectivas en muchos distritos se vienen organizando reuniones periódicas, mesas y encuentros convocados por multisectoriales integradas, en mayor medida, con los distintos gremios cuyas conducciones adhieren al FSMN.

Sobre la base de una lavada de cara a la burocracia que le abrió el paso a la ofensiva fondomonetarista, la dilución indiferenciada con estos sectores y la denuncia parcializada a los responsables políticos del ajuste, estas se han convertido en las unidades operativas del pacto de contención y del lanzamiento de las aspiraciones electorales de PJ-Kirchnerismo: hay 2019.

El pasado lunes 22 de octubre tuvo lugar un encuentro de la Multisectorial Lanús (Musla) de la que participaron Roberto Baradel (Suteba-CTA de los Trabajadores), Oscar de Isasi (ATE-CTA Autónoma), varios dirigentes de la CGT, e incluso dirigentes políticos como el ex-intendente Darío Díaz Pérez y el presidente del Consejo Escolar de Lanús Roberto Crovella. El documento que se leyó evade definir la política para derrotar al ajuste y condona la responsabilidad del PJ y los gobernadores.

La misma multisectorial se replica en Lomas de Zamora con la integración de la pedracista Unión Ferroviaria, la Violeta del Sutna, Suteba, CGT, CTA-T, y otros tantos funcionarios del oficialismo lomense y del Consejo Escolar que acompañan y adhieren a las iniciativas.

Nuestra polémica con la CSP-Rompiendo Cadenas se reduce a que los compañeros insisten en integrar a las CTA´s recuperadas a un campo común con estos elementos. Así ha sucedido en el pasado cuando tuvimos que desvincularnos de una iniciativa que terminó con la lectura de un documento con todas las centrales y varios funcionarios públicos del municipio, y ahora donde hemos asistido a dos comunicados (sobre el tarifazo y el presupuesto) en los que se incorporó el sello de la CTA Lomas de Zamora junto a las otras centrales, y cuyo contenido desarma a los trabajadores para las tareas que tenemos por delante.

Rechazamos el método de acuerdos de cúpulas con dichas direcciones que no han sido refrendados en asambleas y plenarios de trabajadores. Lo que corresponde es la convocatoria a un congreso de delgados, con mandatos de base, de las distintas centrales de la zona, donde se escuche la voz de los trabajadores, se discuta la actualidad política y sindical y donde se resuelvan el programa y las medidas a adoptar. Esto es válido para el conjunto de las centrales y sindicatos, y también para las CTA's recuperadas si no hubiera predisposición del resto de las direcciones.

Fortalezcamos al sindicalismo combativo

Desde la CSC hemos insistido en apuntalar el desarrollo de las nuevas direcciones sindicales, antiburocráticas y combativas, como medio para abrir un rumbo de intervención independiente de los trabajadores.

No es un desafío menor si queremos evitar la desmoralización del movimiento obrero como resultado de las derrotas a las cuales conducen la orientación de la burocracia sindical y su vínculo con los ajustadores.

Las componendas con el FSMN y las multisectoriales son la vía para que pase el ajuste y para que vuelvan al poder quienes durante más de una década honraron las deudas con el capital financiero y los negocios con la patria contratista y los grandes capitalistas.

Defendemos las columnas combativas independientes en las acciones comunes con la burocracia. Así como la independencia política de los trabajadores respecto a los partidos políticos patronales. Y reivindicamos al Plenario del Sindicalismo Combativo-cuya mesa integra Rompiendo Cadenas- como el reagrupamiento de las principales conquistas obreras que puja por dotar al movimiento obrero de una salida sobre la base de la defensa de sus intereses de clase.

Convocamos a que los compañeros y compañeras de Rompiendo Cadenas, y de todo el activismo, impulsen junto a nosotros esta perspectiva.